Mazarambroz (El Guijo)

Ya sabéis que en este apartado de "Pueblos y alrededores" incorporamos periódicamente algún paraje, aspecto destacado o curiosidad (poco conocida), que podamos encontrar en nuestros pueblos más cercanos o en el resto de la comarca de La Sisla, que es en la cual se encuadra Burguillos.

Esta roca es más conocida como la "cara del Gijo", aunque yo prefiero denominarla "El vigía de La Sisla". Se conoce por aquel sobrenombre puesto que en ella se dibuja la figura de un rostro humano, con su frente, nariz y boca, muy bien definidas, por lo que es fácilmente perceptible. Lo que quizá no sea tan fácil es su localización, a menos que se sepa, exactamente, dónde se encuentra situada; puesto que hay pocas referencias a este enclave, peculiar y con unas vistas privilegiadas.

El tomillo

El tomillo florece en estos momentos en nuestros campos, con sus flores diminutas, de color blanco y el verde intenso de sus hojas y sus tiernas ramas nuevas. Y es que el tomillo es una planta herbácea, de hojas peremnes y aromáticas, que, con el paso de la primavera, se presenta en forma de mata leñosa, densamente ramificada desde la base y muy poblada de hojas lanceoladas, que se resecan y endurecen con la llegada de los rigores del verano. Es en ese momento cuando su aroma se hace más intenso y se expande nada más tocarlo.

Semana Santa 2014 (Burguillos)

Poco sabemos a cerca de la antigüedad o de la calidad artística de las imágenes que desaparecieron, en nuestra parroquia, durante la guerra civil española. Tallas que fueron repuestas después de la misma, gracias a la generosidad de los fieles de Burguillos que, poco a poco, fueron donando las nuevas que hoy conocemos. La mayor parte de ellas podemos admirarlas en las diversas procesiones de Semana Santa, representando la pasión de Cristo.

El Jueves Santo podemos ver las tallas del Cristo Nazareno, la de Jesús de Medinaceli y la de la Virgen de la Soledad o Dolorosa, todas portadas en andas. Como manda la tradición, son las mujeres las que se encargan de llevar esta última durante todo el recorrido.

La noche del Viernes Santo es el turno para el Cristo de la Fe y para Ntra. Sra. la Virgen del Rosario, de luto riguroso por la muerte de su hijo y con los atributos de la dolorosa. En este caso, es portada en una pequeña carroza.

Finalmente, es el Cristo Resucitado, el que junto a la imagen de la Virgen del Rosario (esta vez con un manto azul celeste), hacen acto de presencia en la última procesión, conocida con el nombre de procesión del Encuentro.

Semana Santa 2014 (Burguillos)

Un año más, los burguillanos han puesto de relieve que, las viejas tradiciones de Semana Santa, forman parte del patrimonio cultural de nuestro pueblo. Y es que las creencias y las muestras de religiosidad popular vienen de lejos y tienen su razón de ser, por eso no es fácil desarraigarlas. Aunque la cercanía de Toledo y  la mayor vistosidad de sus procesiones, resten participación a las del pueblo.

La nuestra, es una Semana Santa típicamente de pueblo. De ese Burguillos de escasa población que todos recordamos, donde los vecinos participaban activamente en todos los eventos. Donde todos se conocían y donde todo se hacía prácticamente igual durante siglos. Es una Semana Santa donde el sentido religioso prima sobre lo demás. Unos actos que siguen atrayendo a los burguillanos que retornan al pueblo para visitar a sus familiares y a disfrutar de las tradiciones que desde pequeños conocieron.

No tiene nada de turística, ni de reconocimiento fuera de aquí, pero es una tradición nuestra, que se vive con intensidad y profunda religiosidad. Es una Semana Santa de recorridos procesionales silenciosos, sobrios, de callejuelas oscuras... tan sólo a la luz de las velas y de los faroles que abren la comitiva, tal y como se hacía antiguamente por aquellas calles de tierra.

Semana Santa 2014 (Burguillos)

Especialmente participativa es la de los miembros de la Hermandad del Cristo  de la Fe y loable su interés por conservar las tradiciones. Ya sea preparando  las imágenes en sus andas (siempre con la debida antelación, y cuidando hasta el más mínimo detalle, para que luzcan como se merecen); o, simplemente, con su presencia en todas y cada una de las procesiones, dirigiendo su itinerario o dando un toque de solemnidad con sus indumentarias.

Aunque tampoco podemos olvidar la participación de las mujeres en la procesión del Viernes Santo, con sus mantillas y escapularios.

Nambroca (Pozo de Diezma)

Recibe este nombre un paraje que, realmente, no se encuentra dentro del término municipal de Burguillos de Toledo, pero que guarda cierta relación con nuestro pueblo, por diversas circunstancias; siendo, hoy, enclave de referencia en la Ruta del Quijote y del Camino de Santiago del Sureste. Se le conoce, también, con los sobrenombres de  El descansadero y Pozo de San Cristóbal.

Del segundo, no tenemos referencia clara, pero el primero hace alusión a la función de este lugar dentro de la vía pecuaria de la que forma parte. Aunque en este punto confluyen, y se cortan, el denominado Camino Real de Sevilla y el camino que une Chueca con Almonacid, no es sino un ensanchamiento del primero de ellos, un camino ganadero del intrincado entramado de vías pecuarias que cruzan España, y que recibe el nombre de Vereda de Sevilla. Confunde el hecho de que este mismo camino sea utilizado como camino carretero y vereda de ganados, pero la realidad nos dice, también, que en este lugar hubo una venta.

Se sitúa, este punto geográfico, al sureste de la sierra de Nambroca, entre el paso de ésta y la Sierra de la Oliva. Se conserva el pozo, aunque no el abrevadero original en el que bebían los ganados que hacían la trashumancia por este camino. Asimismo, al lado del mismo, encontramos un pequeña elevación del terreno, con el contorno excavado de trincheras durante la guerra civil, las cuales, poco a poco, se van colmatando de piedras y escombros, hasta ir perdiendo su fisonomía original. Sin duda, era un lugar idóneo para la vigilancia y defensa de este paso entre sierras, dado que desde el mismo se domina todo el entorno.

Semana Santa 2014 (Toledo)

Como otros años, unas pinceladas de las primeras procesiones toledanas, para ir entrando en ambiente. El resto del tiempo lo reservamos para las nuestras. ¡No podemos estar en todas!.

Semana Santa 2014

Este año hemos escogido la imagen del Cristo de Medinaceli (conocido también en otros lugares como Cristo Cautivo o como Nuestro Padre de Jesús de Medinaceli) para ilustrar el cartel de Semana Santa. Una imagen que evoca el momento de la Pasión de Cristo, cuando Pilatos lo presenta al pueblo, maniatado y con la corona de espinas. La devoción por esta advocación en Burguillos data de bien antigüo y este año, especialmente, ha vuelto a recobrar cierta relevancia; habiendo sido expuesta esta imagen, en la iglesia, durante varios días del mes de marzo.

Poco conocemos de la tradición de Semana Santa en Burguillos. Sin embargo, un documento de 1721 nos habla de la Cofradía de la Veracruz, relacionada con la imagen, tan venerada en nuestra iglesia, del Cristo Nazareno (o Cristo de la Cruz a Cuestas, como hemos leído en alguno de otros documentos antigüos). A tenor de los estatutos de la cofradía, sus cofrades eran los encargados de llevar las imágenes e insignias en la procesión del jueves santo por la tarde, vistiendo túnicas, en su mayor parte, de color negro; si bien dos de ellos las llevaban de color blanco. Según la tradición, la imagen del Cristo crucificado se trasladaba el primer domingo de cuaresma,desde la ermita de San Pedro, y permanecía en la iglesia hasta el domingo de Ramos, en que era, de nuevo, llevada en procesión hasta la ermita.

Hoy, ya desaparecida la citada cofradía, son las hermandades del Cristo de la Fe y de la Virgen del Rosario, las que participan activamente en las procesiones y actos de Semana Santa. Los primeros, visten hábito morado con capa blanca, y desfilan abriendo la comitiva de cada una de las procesiones. Las hermanas de la Virgen se encargan de portar la imagen de la misma a la que le corresponda procesionar. En la noche del Viernes Santo lo hacen vistiendo mantilla española, de color negro (en señal de luto). También se encargan de la elaboración y el reparto del café con migas que cierra la procesión del encuentro, en la madrugada del domingo de Resurrección.

El chapitel de la torre

Boceto del proyecto de restauración de 1711 (AD de Toledo)

Podemos asegurar que la iglesia de Burguillos ya contaba con una torre-campanario desde bien antigüo, aunque no de la altura y el aspecto que presenta en la actualidad. En julio de 1711 el chapitel de aquella primera torre se encontraba en muy mal estado, por encontrarse las maderas muy viejas, habiéndose caído una parte del mismo y la restante inclinada sobre el tejado de la iglesia y a punto de desvencijarse. Tras el reconocimiento realizado por un acreditado maestro de obras de la ciudad de Toledo, éste dictaminó la necesidad de demolerlo y construir otro nuevo en su lugar.

No obstante, aquel campanario tenía menor altura que el actual, estando las ventanas por debajo, incluso, del caballete del tejado de la iglesia, motivo por el cual, las campanas no se oían en la mayor parte del pueblo. Acordaron, por tanto, los vecinos -constituidos en Junta de Herederos y Labradores-, que para dar más altura a la torre, ésta debía elevarse medio cuerpo de obra de albañilería y mampostería; erigiendo, sobre el mismo, el otro cuerpo de campanas que había sido demolido.

La obra concebida fue contratada el 10 de agosto de 1713 con los maestros de carpintería de la ciudad de Toledo, Manuel y Juan Moreno, por un precio de 18.290 Reales de vellón, obra que no sería terminada hasta el verano del año 1724, debido a la escasez de recursos para financiarla.

Hoy, además del estado del propio chapitel, la situación de la cruz, la bola y la veleta que lo coronan, comienzan a recordar esa situación que se nos describía en el siglo XVIII. Aunque los vecinos más longevos del lugar, dicen que siempre la han visto así, la inclinación que presenta hacia un lado parece hacerse más ostensible por momentos. No en vano, son casi trescientos años los que han transcurrido desde que fuera erigido.