Venturada

Esta interesante y bien conservada fotografía es, aproximadamente, de los años 50 o 60 (siglo XX). Muestra la edificación que en aquel entonces existía en esta finca y una bucólica escena, típica de estas casas de campo. Situada sobre una pequeña loma, con orientación sur, y muy cerca del arroyo de la Rosa, presidía una zona muy fértil, ocupada por huertas y prados, además de una plantación de perales, que crecían junto al pozo de la finca. Al lado del arroyo podía contemplarse, también, una hilera de álamos, paisaje muy común a lo largo de este cauce.

Probablemente, la vivienda no llevara mucho tiempo construida en el momento de captarse la imagen -dado el aspecto que presenta, inmejorable y muy cuidado-, pero hoy en día está ya prácticamente derruida y sólo quedan en pié algunas de sus paredes (por cierto, de adobe, a pesar que el aspecto que presentan en la fotografía pudiera dar a pensar otra cosa); así como unas arcadas que debieron añadirse, con posterioridad, en la parte delantera; como muestra esta otra imagen de los años 70.

La vivienda era propiedad de la familia Pérez Gil y allí pasó muchos veranos de su infancia, junto a su padre y su abuelo,  Julio Sánchez (el niño de la siguiente imagen), que gentilmente nos ha cedido estas fotografías.. En la parte derecha de la casa puede observarse una viña (1), de las muchas que por aquel entonces aún quedaban en Burguillos, "bodega de Toledo", pero la finca se vendió y el nuevo propietario decidió dedicar estos terrenos al cultivo del cereal y esta plantación de viñedo terminó desapareciendo.
.

En la finca, actualmente, existe otra vivienda de construcción más moderna, no lejos de esta antigüa edificación, ya abandonada, y cuyo estado actual es el que muestra la siguiente fotografía; con los techos hundidos y desvencijados, las paredes descarnadas y derruidas, y los cinco arcos delanteros que aún se mantienen en pié, en mejor estado de conservación que el resto de la casa, porque están construídos en ladrillo.

(1) A modo de ejemplo y como apunte histórico, en un documento del año 1479, Marina Rodríguez, viuda de Juan Segovia, como curadora y administradora de sus hijos, vendía un majuelo en término de Burguillos, término y jurisdicción de la ciudad de Toledo, "al pago que dizen de Venturada, en que hay dos aranzadas poco mas o menos, que ha por linderos, de la una parte majuelo de Pero García de Villaseca, de otra parte (en blanco) e de la otra parte, el camino real"