La proliferación de negocios y tiendas de productos fabricados en Asia, y regentados por orientales, es algo que, desde hace años, a nadie pasa desapercibido. Como no podía ser menos, Burguillos de Toledo, no ha sido ajeno a este fenómeno comercial que invade nuestra geografía.
Hace años, a las tradicionales tiendas de comestibles y ultramarinos que encontrábamos en cualquier pueblo, se unieron las tiendas o bazares de "Todo a Cien" y, durante algún tiempo, hasta convivieron juntas. Estos negocios eran alternativas para nuevos comerciantes, que se aprovisionaban de productos a bajo coste (y mediocre calidad) fabricados en Asia, de ahí sus características. Hasta entonces, solo los almacenistas que importaban estos productos, eran asiáticos.
Con el paso del tiempo, estos pequeños bazares empezaron a tener su propia competencia, con la irrupción de nuevos locales regentados por ciudadanos chinos, que finalmente terminaban desplazándolos y adquiriendo los de sus anteriores propietarios, hasta hacerles desaparecer de estos negocios. La clave de este éxito, fundamentalmente, su amplitud de horarios comerciales. La otra, su particular sistema de financiación entre los propios conciudadanos chinos, lo cual les permite aprovisionar de una inmensa variedad de productos a estas tiendas, cada vez de mayores dimensiones. Así, el cliente tiene de todo en el mismo sitio, a cualquier hora, y, lo que busca, termina encontrándolo.
El siguiente paso fue introducir -en estas no ya tan pequeñas tiendas-, productos de primera necesidad (pan precocinado, bebidas y otros productos de alimentación); lo cual, unido a su apertura durante mas de doce horas al día, terminó por arrinconar al resto de las tradicionales tiendas de alimentación, que no podían competir, ni en precios, ni en horario.
Y asi, silenciosa e implacablemente, la red de distribución asiáica ha terminado por introducirse en casi todos los lugares de nuestra geografía. Lo que es cierto, es que se trata, entre otras cosas, de un cambio en la identidad de los pueblos; pasando de aquellas tradicionales tiendas, como las que hemos tenido en Burguillos de Toledo (Román, Felisa, Mari, Jarrilla...) al "chino" que hoy ocupa el local del bar Stop, o a los "chinos" del local de Cotemsa, donde antes hubo una exposición de muebles, una tienda de griferías y sanitarios o hasta un supermercado.
