domingo, 14 de mayo de 2017

La romería de Mayo


Son simples detalles, pero todos van sumando, poquito a poco, paso a paso. Para que la ermita vaya recuperando su esplendor, su ornamentación primitiva. Y todos con mucho amor por lo que se está haciendo. Con la pequeña aportación de cada uno. De manera desinteresada y sin ánimo de protagonismo. Y así se va engrandeciendo este templo y lo vamos tomando un cariño especial que nos hace mimarlo, cuidarlo y regresar a él siempre que haya una ocasión para ello; ya sea con motivo de la presencia de la Virgen María, o con la celebración de la romería de San Blas. Cualquier momento es bueno. La ermita siempre nos acoge con su inmensa luz, con esa paz espiritual que en ella se respira... ¡hasta parece que agradecida!.







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