Se aproxima el día de "Todos los Santos", festividad en la que acostumbramos a visitar a nuestros familiares en el cementerio y, como no podía ser menos, todo se prepara y adecenta para la ocasión, incluido el "camino real", que ahora volvemos a apreciar en toda su extensión, después de años de abandono, en los que la maleza crecía a su libre albedrío. Quizá ya fuera hora, pero no creo que sea tan difícil mantenerlo así de manera permanente.
Como cada año los miembros de la Junta de la Asociación Amigos del Patrimonio de Burguillos se reúnen en el cementerio para preparar la ermita de cara a la misa de difuntos, así como el patio de acceso al recinto, que contrasta con las otras dos partes del cementerio (la antigüa y la nueva), como puede verse en estas fotografías. Patio que goza también, en estos momentos, de un agradable aspecto y que cada día está más cuidado y acogedor, lejos de otras épocas de abandono. Mérito, también, de la Asociación y sus desvelos, pues aquí nadie se acerca a arrimar el hombro, salvo para barrer el camposanto cuando llega el "día de los santos". Y, cuando digo "nadie", me refiero a los responsables del ayuntamiento, que sí distinguen claramente entre el nuevo y el viejo, a la hora de desplegar sus desvelos.
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