sábado, 28 de abril de 2018

¿Quo Vadis Domine?



































La frase "Quo Vadis"  está vinculada a una tradición cristina que gira en torno a San Pedro Apóstol, aunque en esta imagen el que aparece es San Pedro Mártir. Se trata de una pintura atribuida al pintor toledano Juan Correa de Vivar (1510-1566), propiedad de una colección particular madrileña. Está pintada en una pequeña tablita que, por sus dimensiones (46,5x37,5 cm.) pudo ser concebida para cumplir la devoción privada de un fraile dominico, quien le pudo sugerir al pintor la iconografía inusual de San Pedro Mártir, sustituyendo al apóstol en el pasaje de ¿Quo vadis?. Podría tratarse, incluso, del propio retrato del fraile, devoto del santo, ya que el dominico representado se sale un poco de los cánones habituales del artista.

La imagen representa a Jesucristo caminando con la cruz a cuestas y volviéndose hacia un fraile dominico que le sale al encuentro, de rodillas, en actitud orante, a la puerta de un convento que bien podría ser el toledano de San Pedro Mártir, ya que la arquitectura que aparece al fondo del cuadro concuerda con la descripción que existe el convento en aquella época, formado por varias casas que se le fueron agregando y una calle pública que también se ve en la tabla.

San Pedro Mártir fue un gran conocedor de la Biblia, un gran defensor de la fe, con una severa forma de vida, inquisidor y, por todo ello despertó siempre la admiración entre sus hermanos de la Orden dominica de Predicadores. Por ello no nos debe extrañar que fuera encargada a Correa por algún dominico que sintiera por S. Pedro de Verona una devoción particular, como dice Isabel Mateo Gómez en su artículo "Una inusual iconografía de S. Pedro Mártir en una Tabla de Juan Correa de Vivar" (Arch. esp. de arte, LXXXIV, 336, Oct-Dic 2011) del cual he extraido esta información.

Pero lo que llama mi atención es la representación de Jesucristo con la cruz a cuestas, camino del calvario, y su relación con el santo. En un manuscrito del también dominico Jacobo de Voragine, fechado en 1452, año en que fue martirizado San Pedro de Verona, se nos cuenta la semejanza que su martirio guarda con la muerte de Cristo, y cómo San Pedro en el ardor de su Fe suplica al Señor beber en esta vida el Caliz de la Pasión.

Y lo que me hace reparar más aún en este hecho,  es que de lo poco que conocemos de esta ermita, documentalmente hablando, es que en ella se veneraba la imagen del Cristo de la Cruz a cuestas que aún hoy seguimos conservando en la iglesia parroquial, mas conocido como el Cristo Nazareno. Como ya detallé en otra entrada relativa a Semana Santa esta imagen tenía su propia cofradía, en cuyos estatutos del año1721 se establecía que el día del jueves santo debía procesionar hasta la iglesia.

Es obvio, por tanto, cual es el  origen de que esta imagen se encontrara en la ermita, ligada a la propia imagen de San Pedro Mártir de Verona, dada la estrecha relación que se establece entre ambas. Otro dato para reforzar la teoría que atribuye la ermita al mártir veronés.

martes, 24 de abril de 2018

Hermanamiento de los Burguillos

Una gran iniciativa, pero con un sabor agridulce, descafeinado y pobre. El acto plenario de oficialización celebrado en nuestra localidad nos deja la sensación de haber perdido una gran oportunidad de mostrar lo que somos a nuestros pueblos hermanos. Su pésima organización, la nula participación de la ciudadanía y la de sus asociaciones, así como la poca capacidad de convocatoria del equipo de gobierno actual ha dejado en evidencia a este último; que no al pueblo, ajeno por completo al acto y a sus connotaciones. El absolutismo excluyente de quienes nos dirigen y la falta de comunicación y difusión entre los vecinos de algo de estas características, ha impedido que nos mostráramos como somos y que diéramos el debido recibimiento a quienes con este motivo nos visitaron.
Incluir este acto como una actividad más de su programa cultural -cervantino, que llamaron sin saber bien por qué-, la invitación precipitada y a última hora que se hizo a la representación del pueblo que estimaron oportuna, la falta de previsión en el aforo del salón de plenos, la ausencia de megafonía, la actuación rociera programada como bienvenida, utilizar el acto para inauguraciones propias y la posterior desbandada para disfrutar de los encantos de la ciudad de Toledo y de su gastronomía, dicen poco de lo que debiera haber sido el acto en sí. Quizá aquella expedición sevillana que ya hace años nos visitó como primera muestra de confraternización se llevara una mejor sensación que la que ha dejado entre los burguillanos y burguilleros esta otra celebración, muy al estilo de lo que, desafortunadamente, en esta etapa nos toca.


San Pedro Mártir de Verona

El día 29 de abril se celebra la festividad de San Pedro Mártir, monje dominico nacido en Verona (Italia), considerado el protomártir de la Orden. Antigüamente, los mozos de Burguillos de Toledo adornaban las puertas de las mozas y la plaza de la localidad con motivo de esta celebración, lo cual da idea de la importancia que tuvo esta fecha entre las fiestas y tradiciones de nuestro pueblo. Hay pocas manifestaciones como ésta a lo largo y ancho de la provincia, pero he descubierto una similar en Fuensalida. En este caso corría a cargo de los quintos; los cuales, bote de pintura en mano, pintaban las fachadas enjalbegadas de las mozas a las que pretendían. Esto se hacía tanto la noche de San Pedro, como las de San Juan y la del Corpus Christi

De esta costumbre tan particular se nos informa en un programa de la exposición artístico cultural que se celebró en nuestro pueblo en el año 1983, organizada por el Grupo de Investigación de Burguillos. Hasta ahora había pasado desapercibida para mi, pero la relación de este santo con Burguillos de Toledo se refuerza con éste y otros datos, no habiendo ninguna duda de que la ermita de San Pedro y la plaza del mismo nombre se refieren a este santo, cuyo culto trajeron los dominicos a nuestro pueblo, como también probablemente hicieron con el de nuestra Virgen del Rosario.

martes, 10 de abril de 2018

Julio López de la Torre (ciclista)

Esta semana nos dijo adiós Julio López de la Torre, uno de de nuestros deportistas pioneros en el mundo del ciclismo. Militó en varios equipos amateur (Picadero Jockey Club, Olimpia y Amateur Especial) y en los profesionales Olimpia y Fontineda Libertas. Compitió en el apartado profesional entre los años 1966 y 1967, consiguiendo dos etapas en la Vuelta a Colombia del año 1966 y un tercer puesto en la clasificación general de la montaña de la Vuelta a Mallorca de ese mismo año. También tuvo un destacado papel en la Vuelta a Colombia de 1967. En el apartado amateur consiguió el Tercer Gran Premio de Valdepeñas en 1964.