Esta fotografía muestra parte del estado en el que quedó la zona del abrevadero de ganados situado en la Casa Meca después de las tormentas de mediados del mes de agosto. Todo fueron avenidas de agua y barro desde la zona de la sierra, a través de los sembrados, lo cual da idea de la capacidad de este cauce para captar y canalizar el agua de lluvia hasta su desembocadura en el río Tajo. Cauce que, precisamente, hace tiempo que se encuentra lleno de malezas y juncos, por lo que el pilón es inaccesible por varios de sus lados. Pero lo que verdaderamente llama la atención es verlo vacío, a pesar de que sigue corriendo el agua por su caño, situación que yo nunca he conocido. De esta manera podemos apreciar claramente su volumen y la técnica de construcción empleada en los dos vasos que forman el mismo. Es obvio que esta zona se ha ido colmatando de barro con el tiempo (en las sucesivas avenidas de agua) y de ahí que prácticamente hoy esté casi a la misma altura del borde del abrevadero, por lo que no era apreciable su verdadera altura.
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