miércoles, 19 de junio de 2019

Los pactos de Burguillos

Ayer publicábamos el articulo de nuestro vecino Javier de Pablos, que él mismo titulaba "Los sucesos de Burguillos". Pese a que se trata de un artículo de opinión -y que conste que desde aquí respetamos cualquiera de ellas- es necesario matizar algunas de las aseveraciones que se vierten en el mismo; pues la verdad, no hacen honor a lo que sucede en Burguillos de Toledo y, mucho menos, esas circunstancias deberían merecer la consideración de "sucesos".

Partamos de la base de que el significado del vocablo (según la RAE) es el de "cosa que sucede", pero matizando: "especialmente cuando es de alguna importancia".

Podemos estar de acuerdo en el fondo de la primera afirmación del señor De Pablos, toda vez que Burguillos de Toledo no es del interés informativo habitual de los medios de comunicación. Pero no podrá negar que durante los últimos cuatro años nuestro ayuntamiento (que no el pueblo) ha sido foco de atención permanente de determinado diario impreso, publicándose notas a diestro y siniestro, con una clara redacción institucional, partidista e interesada. Y no precisamente de "sucesos", sino de aquello que querían que aconteciera; además de otros plenijunios, meses cervantinos y vernianos y otro largo etcétera de estridencias. Pues si la instalación de un grifo en el cementerio tiene la consideración de suceso que venga la RAE y lo dirima.

Otra de las acepciones que puede tomar la palabra es la de "hecho delictivo" o "accidente desgraciado", que son las que a nivel periodístico tienen la mayor consideración de "sucesos" como tal. Y se mire como se mire, no creo que pueda darse esta calificación a lo acontecido en Burguillos de Toledo, salvo por aquellos que también se han difundido en la prensa a instancias de una parte y para tratar de darles credibilidad, pero sin que medien pruebas de por medio o testigos con los que contrastarlos, con lo cual siguen generando dudas respecto a su veracidad.

Respecto al clima de crispación o "alarmante grado de confrontación política" no es una cuestión generalizada, sino fruto de otra actitud denunciada por el Sr. de Pablos al comienzo de la legislatura, cuando así lo ponía de relieve en otro artículo titulado "El corregidor de Burguillos" allá por el mes de noviembre del año 2016. Tampoco es que la campaña electoral, pese a que las redes sociales se hayan desvirtuado las cosas, hayan discurrido por el mismo cauce.

Finalmente, todos deberíamos hacernos revisar el sentido que tienen unas elecciones municipales y después del calificado "convulso periodo" preguntémonos que tiene de "cambalache contra natura" un pacto entre burguillanos que logran dialogar y entenderse, a pesar de sus ideologías políticas. Para volver "a la normalidad" como dice el nuevo alcalde. Tan respetable es el gobierno que acaba (apoyado en el transfuguismo) como el que empieza de ahora en adelante, pues ambas figuras están dentro de la más absoluta legalidad. Más que suceso, esto es un nuevo panorama político que discurre por toda la geografía española como nunca antes habíamos visto; aunque quizá el de Burguillos de Toledo es verdad que destaca por su condición de acuerdo, entendimiento y voluntad política, y quizá yo no lo calificaría  como "sugerente e inexplicable menú".