Burguillos de Toledo


Burguillos de Toledo: Municipio y localidad española, de la provincia de Toledo, perteneciente a la comunidad autónoma de Castilla la Mancha. Diócesis y Partido Judicial de Toledo. Es una de las 35 poblaciones pertenecientes a la comarca natural de los Montes de Toledo

Toponimia: Su topónimo deriva del antigüo término germánico burgs-, introducido en la península ibérica a través del bajo latín, que lo redenomina burgus. Inicialmente, entre los pueblos visigodos y ya en época romana, esta denominación se aplicaba a pequeñas torres y puestos fortificados, situados como avanzadilla o puestos de vigilancia fronteriza. Por extensión, se fue aplicando a las poblaciones que se desarrollaban en torno a estas construcciones. Ya en la baja Edad Media se utilizó para nombrar a los barrios que crecían fuera de las ciudades ya existentes, equivalentes a los arrabales de las medinas musulmanas.

En varios documentos mozárabes se cita con el apelativo burguiellos. En este caso, el diminutivo -illos, no cambia el significado de la raiz, pero añade la posibilidad de que el topónimo resultante trate de aludir no a una, sino a varias alquerías o pequeños asentamientos dispersos por el entorno, que terminaron reubicándose en el emplazamiento actual.

De hecho, existen varios parajes del término municipal que utilizan topónimos alusivos a la presencia de pequeñas torres o estructuras de este tipo, que podrían haber estado repartidas por los alrededores. Así nos encontramos con vocablos como Torremocha (con el significado de torre desprovista de su almenado o parte superior), La Atalaya (término derivado del árabe que hace alusión a una torre vigía), Los Torrejones (topónimo utilizado en castellano antigüo como diminutivo de torre-s) o una tierra denominada La Atalayeja, circunstancia que podría reforzar esta teoría, aunque no existe ninguna evidencia actual de estas construcciones.

Gentilicio: Sus habitantes reciben el nombre de burguillanos/as.

Situación geográfica: Ubicado a 10 km. de distancia de la capital de la provincia y a 80 km. de Madrid, por la Carretera Nacional 401 que conduce a Ciudad Real. Se comunica también con la vecina localidad de Cobisa, de la que sólo le separan 2 kilómetros y medio, a través de la carretera provincial TO-7901-V. Con el resto de poblaciones limítrofes, como Nambroca, Layos o Ajofrín, está conectado, directamente, a través de varios caminos vecinales.

La población se sitúa a 676 metros de altitud, al inicio de la antigua comarca toledana de La Sisla (meseta natural que se extiende al sur del río Tajo, desde La Sagra, hasta los Montes de Toledo, limitando con la Mancha toledana, al oriente, y con el antiguo señorío de Montalbán, al poniente). En la actual división territorial definida por la Diputación Provincial de Toledo, los pueblos de esta comarca se enmarcan en la de los Montes de Toledo.

Coordenadas geográficas: 39º 47´48´´ de latitud Norte y 3º 59´29´´, de longitud Oeste.


Demografía: El municipio cuenta con una población de 3.709 habitantes, habiendo experimentado un espectacular crecimiento demográfico en los últimos 20 años, pasando del entorno de los mil, que registraba en el año 2001, a la cifra actual. Esta tendencia, aunque más moderada, comenzó en el último tramo del siglo anterior (1990-1999), ya que anteriormente se había mantenido sin oscilaciones importantes, en torno a una media ligeramente por encima de los 500 habitantes.


Antigüamente también había población estable en los caseríos de Sielma y Venta Blanca.

Configuración: El núcleo de población lo constituye el pueblo, propiamente dicho, articulado alrededor de la iglesia parroquial de Santa María Magdalena. En la actualidad, y debido al crecimiento de los últimos años, su configuración ha tendido a dispersarse, construyéndose urbanizaciones algo más alejadas del centro poblacional.

La extensión de su término municipal es de 28,51 kilómetros cuadrados y limita, al norte, con el término de la ciudad de Toledo;  por el este, con el de Nambroca; por el oeste, con los de Layos y Cobisa; y, por el sur, con el de Ajofrín. El territorio, aunque llano, es ondulado, destacando (al sur) las elevaciones de la sierra de Layos y la de Nambroca. Es un terreno desforestado, dedicado íntegramente al labrantío y cultivo del olivar, sobreviviendo algo de monte bajo en ambas sierras (Cerro Gordo y Cerro del Molino).

El arroyo de la Rosa -que discurre de sur a norte- lo atraviesa longitudinalmente, por su lado más occidental, a lo largo de casi 8 km. de recorrido, abundando los pozos subterráneos en la mayor parte del término.



Símbolos municipales: Sus signos distintivos son el escudo y la bandera municipal.

El escudo oficial data de 1986. Es de forma o tipología española/portuguesa (borde inferior redondeado en la punta) y consta de un solo campo o cuartel esmaltado en oro (fondo sustituido en la práctica por el amarillo), con un lienzo de muralla de gules (color rojo vivo), aclarado de azur (azul intenso) y terrado de sinople (verde); surmontado de una cepa de vid arrancada, de sinople (verde). Al timbre, una corona real cerrada que representa el régimen constitucional español y la propia soberanía del municipio, en cuanto a sus propios actos administrativos.


Según dictamen de la propia Real Academia de la Historia, el escudo pretende representar el orígen de la población, en torno a una iglesia protegida por un muro. La riqueza de sus tierras se representa con el terrasado verde, color de la fertilidad, en la punta del escudo. La antigüa producción vitivinícola de la población está representada por la cepa situada sobre el muro, simbolizando también el trabajo y laboriosidad de sus habitantes, dedicados en su mayor parte a la agricultura desde prácticamente su fundación.

En el balcón del ayuntamiento ondean permanentemente la bandera española, la autonómica y la municipal (legalizada en 2015, según decreto nº 2015/6443 de la Consej. de Presidencia de la JCCM, de fecha 18/05/2015). Esta última representa un recinto cerrado por un muro hexagonal, con torres en los ángulos de color rojo, sobre un fondo amarillo y bordura de color verde. Con motivo de festividades y otros actos públicos, el balcón se engalana también, para estas ocasiones, con dos estupendos reposteros que representan el escudo de la Corona española y el propio escudo municipal.




Clima: Templado mediterráneo, de carácter continental, con grandes oscilaciones entre los calurosos veranos (34,9º C.  de temperatura media) y el frío invierno (media de 0,10º C.), aunque siempre con una temperatura más bonancible que la del valle del Tajo, debido a la mayor altitud y a la acción moderadora de los vientos frecuentes en esta zona. La temperatura media anual es de 14,30º C., 1,33º C. más alta que la media anual. Las precipitaciones no son muy abundantes (395 mm. anuales), siendo los meses de primavera lo más lluviosos, seguidos de los de otoño. El invierno es una estación intermedia, con alguna nevada en los meses de diciembre y enero. Los vientos más comunes son los denominados solano y de la sierra de Layos; este último es el que precisamente aporta las lluvias (no en vano dice el refrán local: "cuando la sierra de Layos se pone el manto, gañanes y pastores recojen el hato"). 


Economía: Eminentemente agrícola, aunque una buena parte de la población que reside en Burguillos no trabaja en el pueblo. Tradicionalmente, el cultivo preponderante fue la vid, siendo sustituido paulatinamente por el olivar (hacia 1850 había ya 6 molinos de aceite y sólo varios lagares de uva) y, en menor medida, por los cereales. 

Hasta la llegada del boom inmobiliario, un 55-56% de la superficie total del término se encontraba cultivada, llegando hasta los 25,18 km2 el resto de superficie cultivable, es decir, el 88% del término. A raiz de los desarrollos urbanísticos de los últimos años (Fontalba, Carrizal, Atalaya, Postura del Toro, etc.), ésta se ha visto reducida en torno a un 1 kilómetro cuadrado. Por contra, el gran desarrollo poblacional ha aupado a la localidad entre los diez municipios más ricos de la provincia de Toledo, por lo que a renta per cápita se refiere.


La actividad ganadera ha tenido siempre un carácter secundario, tendiendo a su desaparición en los últimos años.

Historia: El origen de la población se atribuye a los heredamientos de viñas que poseían algunos vecinos mozárabes de Toledo, los cuales, tras la reconquista de la ciudad por Alfonso VI y la consolidación del territorio circundante recuperado a los árabes, fortalecieron aquí sus haciendas con la presencia de población estable.

No puede descartarse, sin embargo, la existencia de un asentamiento anterior en este enclave (de carácter fijo, aunque probablemente más disperso), dada su situación de proximidad a la ciudad, la riqueza vinícola de sus tierras y los sistemas de abastecimiento y comunicaciones que desde época romana atravesaban las inmediaciones.

A lo largo del tiempo han ido apareciendo evidencias de ocupación humana en el entorno, incluso de épocas pre-romanas, pero no se han realizado estudios arqueológicos fidedignos que pudieran confirmarlo; aunque la historia y los restos aparecidos en toda la comarca, son signos inequívocos de que, el origen de la mayoría de las poblaciones actuales, se asienta sobre anteriores ocupaciones prehistóricas que se han ido perpetuando a lo largo de los siglos.

En el año 1085 se documenta la presencia de unas viñas en villa Setina, lugar que identificamos con Sielma o Casa Meca (nombre que recibe en la actualidad), paraje que en algún momento llegó a estar poblado.

Documentos mozárabes del siglo XII empiezan a dar evidencias de lugares poblados tales como Fontalba, Venturada o el propio Borguiellas.

Ciclo festivo:

17 de enero: San Antón.
3 de febrero: San Blas.
15 de mayo: San Isidro.
16 de julio: Virgen del Carmen
22 de julio: Sta. María Magdalena

Fiestas religiosas: Sus fiestas patronales se celebran en honor al Santísimo Cristo de la Fe (1er. domingo de septiembre) y de Nuestra Señora del Rosario (8 de octubre).


La quema de las denominadas "carretillas escapadas", que tiene lugar la víspera del día grande de ambas festividades, está catalogada como celebración de carácter religioso y tradicional a nivel local.


Tradicionalmente, el día de San Blas (3 de febrero) ha sido una celebracion considerada fiesta local, sustituyéndose en los últimos años por el 15 de mayo; festividad de San Isidro Labrador que, desde bien antigüo, venía siendo celebrada por los agricultores de la localidad.

Otras celebraciones de menor significación, aunque no por ello menos devoción, son la festividad de la Virgen del Carmen, que cuenta con su correspondiente hermandad; así como la de Santa María Magdalena, titular de la parroquia y a cuya advocación fue erigida la iglesia. Ambas tienen lugar en la segunda quincena de julio.

Romería de San Blas: 3 de febrero. Romería en honor al santo, que es trasladado en procesión hasta su ermita por los "quintos" del año.


Folklore/tradiciones: Destaca el denominado "baile de la bandera", tradición que se ejecuta ante el Cristo de la Fe y la Virgen del Rosario, respectivamente, con motivo de las fiestas religiosas de la localidad. Uno de los actos más vistosos tiene lugar frente a la iglesia, a la salida de la misa mayor; posteriormente, durante la procesión por las calles del pueblo, la bandera se baila delante de la carroza de la imagen, realizándose el cambio de abanderados a lo largo del recorrido, pero sin dejar de tremolar la misma en el intercambio.


Carretillas escapadas:

Patrimonio arquitectónico: La iglesia parroquial de Santa María Magdalena y la Ermita de Nuestra Señora de Burguillos, también conocida como ermita de San Blas, son los dos edificios más emblemáticos; aunque también existe un gran número de casas solariegas que destacan por su propia arquitectura, presididas por enormes portones, coronados, a su vez, con vistosos blasones y escudos de sus antiguos propietarios.



1 comentario:

  1. Hola, soy Ysabel "ladelayuntamiento"
    Os felicito por vuestro blog, es precioso y bien trabajado. Se nota el interés en su buena presentación y por lo tanto en lo que se comunica.
    Salu2

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