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martes, 16 de mayo de 2017

Relato 2017 (Parte I)


Un año más hemos vuelto a reunimos en la ermita para celebrar la romería de Ntra. Sra. de Burguillos. En esta ocasión, coincidiendo con la conmemoración de los 100 años de la aparición de la Virgen de Fátima, en Portugal, a tres pastorcillos; dos de los cuales eran canonizados en esta misma fecha por el Papa Francisco en la explanada del santuario luso. Según la creencia, la Virgen se apareció por primera vez, a los tres niños, el 13 de mayo de 1917.

Nosotros celebramos el mes de la Virgen, el mes de mayo, mes de las flores, y también una conmemoración particular para Burguilllos de Toledo: ahora hace un año que la Virgen María regresó en procesión hasta su ermita, bajo la advocación de la Virgen de Fátima, imagen que también se venera en nuestra parroquia.

Desde la Asociación también se ha querido hacer una aportación a esta festividad, tal y como hicimos el año pasado, y hemos impartido una charla en la que dar a conocer algo sobre nuestra historia y nuestras tradiciones, dado el cariño y expectación con que fue acogida esta actividad por los participantes en la del año anterior.

En esta ocasión queríamos contar una historia perdida en el olvido y desconocida en la época actual, aunque rescatada de un libro del siglo XVII en el que fue publicada como un hecho significativo. Inédita, por tanto, al no haber haber sido transmitida de una manera continuada hasta los tiempos actuales, pero que enlazaba muy bien con la fiesta que estábamos celebrando.

En otro momento, podemos contar un poco más sobre este libro, o cómo hemos llegado hasta él. Pero, primeramente, conviene transcribir este relato tal y como fue publicado inicialmente. Sin embargo, y teniendo en cuenta que este texto fue concebido hace casi cuatrocientos años -pensad que el lenguaje de la época no era el mismo que el de ahora- por lo que, ha sido necesario adaptar algunos pasajes del relato para que fuera más comprensible. A pesar de todo, pienso que no se altera su esencia, porque lo importante, en definitiva, es lo que se cuenta en él y las enseñanzas que trata de transmitirnos. 

Dice así:

El año de 1609 libróse de los engaños del demonio un Sacerdote, por la devoción de la Santísima Virgen. Caso raro.

lunes, 15 de mayo de 2017

Relato 2017 (Parte II)

En Burguillos, Aldea de Toledo, distante una legua de aquella insigne ciudad, por los años de mil y seiscientos y nueve, vivía un Sacerdote ejemplar, el cual rezaba el Rosario de Nuestra Señora tres veces al día. Deseaba grandemente dar su vida por la Fe Católica, padeciendo martirio por su amor a Dios.

Salió una vez al campo y tuvo una visión en la que se vió atado a un madero y que una lluvia de flechas se clavaban en su cuerpo. Asombrado del suceso, se volvió a su casa y consultó el caso con un Caballero muy espiritual, a quien servía de Capellán; el cual, le advirtió que mirase mucho por sí mismo y no saliese al campo sólo, porque el demonio  deseaba hacerle algún mal y no dejaría de perseguirle.

Comunicó el Caballero el caso con un Religioso docto, de la Compañía, el cual le dijo que le había aconsejado cuerdamente y le dio otros consejos saludables para el gobierno de su alma.

No guardó su consejo el Sacerdote tan puntualmente de que no saliese otra vez al campo sólo, y comenzó a rezar el Rosario debajo de una peña. Se aprovechó entonces  de esta ocasión el demonio y, tomando cuerpo humano, semejante al del Caballero, se le apareció y le dijo: ¿Qué hace aquí señor? ¿Grandes ansias tendremos de ser Mártir?

Respondió el Sacerdote que sí tenía, pero que no merecía él tanto bien. Replicóle el demonio que si tanto lo deseaba, ocasión había para serlo.

Respondió el Sacerdote que ¿cómo  podía serlo si estaban en tierra de Cristianos? Pues él estaba pensando irse a tierra de Infieles para lograr su deseo.

No es menester ir tan lejos (dijo el demonio), que más cerca hallaréis  barro a la mano y modo de ofrecer la vida en holocausto a Cristo.


¿Cómo puede ser eso? Dijo el Sacerdote. Y el demonio: Tomando por su amor la muerte por sus propias manos, como lo hicieron Sansón y Santa Polonia, que se metió ella misma  en el fuego por su propio pié.

Dudando mucho, y estando turbado el Sacerdote, le dijo: ¿de mí no se fía, que sabe lo que le quiero y que le he aconsejado siempre lo que mejor le conviene? ¡Créame!, y si tiene esos deseos, no pierda esta ocasión, ¡que es muy buena!. Cegóse el Sacerdote y permitiéndolo Dios, persuadióse que era verdad lo que el demonio, en forma humana, le decía. Y, preguntándole cómo había de ser este martirío, le dijo que se quitase el cíngulo de seda que traía ceñido. Y,  después de hacer un lazo, se lo echase al cuello por una parte, y le diese la otra. Hízolo así. Y el demonio se subió sobre una peña, y tiró fuertemente, procurando ahorcar al Sacerdote y ahogarle. Más, no sin particular providencia de Dios y cuidado maternal de la piadosísima Reina del Cielo, estaba el Rosario puesto en el mismo cíngulo.

Tiraba fuertemente el demonio, y viendo que no le podía ahogar, comenzó a dar voces, diciendo: ¡Quítese ese Rosario! ¡Quítese ese Rosario, que no se puede ser mártir, ni yo le puedo quitar la vida, mientras lo lleve encima!.

Entre estas voces de las tinieblas, quiso Dios que resplandeciese la luz de su divino conocimiento, y que el Sacerdote cayése en la cuenta por las cuentas del Santo Rosario, diciendo: vida que se dá por Dios, y es impedimento el Rosario para la ejecución de ella, no debe ir bien  dada, ni sería agradable a sus divinos ojos. Quitóse luego el lazo del cuello, y arremetieron a él una gran tropa de demonios visibles en figuras humanas y pretendiendo ahogarle, le apretaron la garganta con sus manos, y le dieron muchos golpes. El Sacerdote invocó entonces, y llamó a la Madre de los afligidos, Señora Nuestra, y asi se libró de ellos.

De la mejor manera que pudo, se fue a casa del Caballero, a donde el Sacerdote vivía, y preguntándole aquél de donde venia, le dixo: Bueno es que me pregunte Vuestra Merced ésto, habiéndome querido ahorcar y ahogar en el campoSin embargo, el Caballero, que había estado aquel dia indispuesto, diezmada la espalda, y con visitas continuas en su casa, no había podido  salir de ella ni un momento. De donde se dedujo claramente haber sido un embuste del demonio. El sacerdote confesó su culpa y el engaño que había padecido, pidió perdón a Dios y dio infinitas gracias a la misericordiosa Madre de Dios, que por la devoción de su santísimo Rosario quiso librarle.

Este caso milagroso refirieron el Sacerdote, y el Caballero en el Convento de San Pedro Martyr el Real de Toledo, al Presentado Fray Cristobal de Torres. El cual, y el Caballero, con quien yo me he comunicado personalmente, me testificaron en forma este suceso. Que doy por comprobado.

Relato 2017 (Parte III)


¡Pues ésta es la historia!

Quizá escueta, porque sólo describe unos hechos muy concretos. Y con un lenguaje muy particular, porque quizá fuera así como debió relatarla el sacerdote después de que le hubiese ocurrido. Pero no es ninguna fábula, sino un hecho real. Cada cual puede interpretarla a su manera. Lo que sí parece cierto es que este sacerdote estuvo tentado de verse elevado a los altares, y por eso quiso convertirse en mártir. Finalmente, dándose cuenta de su error, quiso entender que se trató de una intervención milagrosa de María, la Virgen.

¿Quizá os preguntéis qué libro es éste que incluye historias cómo ésta? Pues nada menos que un volumen que recoge un total de 1022 hechos milagrosos o relacionados con los favores que la Virgen dispensa a los que la rezan el Rosario, recopilados por ese monje de San Pedro Mártir que investigó el caso de Burguillos.

El libro de que os hablo se tituló “Cielo estrellado de María. Paraíso espiritual y Tesoro de Favores y regalos con que esta Gran Señora ha favorecido a los que se acogen a su protección y amparo“. 

¿Por qué he querido contaros esta historia en el día de hoy?. Pues mirad:

 -¿Alguien se ha preguntado alguna vez por qué el jardín que hay al lado de la iglesia recibe el nombre de Plaza San Pedro? …

-Más aún. ¿Cuántos de vosotros han oído hablar de la desaparecida Ermita de San Pedro?

Otra ermita, sí. La de San Pedro. ¡Y sí! También aquí. En Burguillos. No es ninguna obsesión. Está documentada y hasta hace nada se conservaban ruinas de ella y sabemos de su localización exacta.

-Y… ¿qué os parece que tanto la plaza como la ermita reciban el nombre de San Pedro? Porque lo que os puedo asegurar es que la plaza no recibe el nombre porque allí estuviera situada la ermita. Donde se situaba realmente es en los prados concejiles. Junto al arroyo de la Rosa, a escasos metros del estanque de los patos. Donde hasta hace muy poco crecía la alameda.

Pues bien, el motivo es sencillo. La mayor parte de los nombres de las calles y plazas de Burguillos, como los de otros muchos pueblos y ciudades, identifican a alguien que allí vivía o donde un personaje de relevancia tenía sus propiedades. En Burguillos tenemos la calle Valera, la calle Palma, la Plaza Pérez Caballero… 

Y si en una calle tuvo sus propiedades la familia Valera y en otra los Palma, en la Plaza Pérez Caballero vivía un personaje que así se apellidaba y en la de San Pedro (que es la que nos importa) tuvieron su hacienda “los dominicos”. Sí, habéis oído bien: los dominicos de San Pedro Mártir. Los titulares del antigüo convento de Toledo que hoy alberga la Universidad de Castilla la Mancha. Porque lo que allí hubo inicialmente fue un convento masculino, de monjes pertenecientes a la Orden de Predicadores (conocidos comúnmente como dominicos). Y allí edificaron una iglesia en honor a San Pedro Mártir. Como aquí lo hicieron con la ermita… la de San Pedro.

-¿Y por qué la dedicaron a San Pedro Mártir? 

Pues porque este santo fue un religioso dominico. Y si Santo Domingo de Guzmán fue el fundador de esta orden religiosa, el primer mártir de la congregación fue San Pedro Mártir. O lo que es lo mismo, un religioso italiano llamado Pedro de Verona que murió asesinado en 1252 y al que se le atribuyen muchos milagros. Por eso fue muy venerado en Italia y también en España. Y por eso los monjes fundaron iglesias en su nombre. Pero hay más, porque otra de las características que definía y define, aún hoy, a los dominicos, es su devoción por la Virgen del Rosario. Y dice la tradición que la Virgen se apareció a Santo Domingo de Guzmán. En una mano sostenía un rosario y le enseñó a recitarlo, pidiéndole que lo predicara por el mundo. Domingo de Guzmán fundó luego la Orden de Predicadores y consiguió que el rosario se convirtiera en la oración predilecta durante casi dos siglos.

Y fijaros qué curioso. Otro dominico fue San Vicente Ferrer. Un dominico valenciano que vino a predicar a Toledo. En la iglesia de Santiago del Arrabal, junto a la Puerta de Bisagra, se dirigía a los fieles con un pequeño crucifijo. ¿Sabéis qué nombre recibía aquel Cristo Crucificado que San Vicente Ferrer portaba en sus manos?.... El Cristo de la Fe. Qué curiosa coincidencia, ¿verdad?

Pero volvamos a Santo Domingo. Y es que el tiempo pasa inexorablemente. Y cuando la devoción ya había empezado a disminuir, la Virgen se apareció de nuevo. Esta vez a fray Alain de la Roche, otro dominico. En este caso, de origen francés. Y le pidió que reviviera la devoción por el rezo del rosario y también predijo que se necesitarían volúmenes inmensos para registrar todos los milagros logrados por medio del rosario y le reiteró las promesas que había dado a Sto. Domingo. ¿Os acordáis del libro donde se registró el suceso? Este era uno de esos sucesos que la Virgen anticipa.

Pues bien, esto fue en el siglo XV. Pero el tiempo siguió pasando y se llegó a la época en que se sitúa nuestro relato. ¿Os acordáis? El del sacerdote. Y es que la misión principal de los dominicos era predicar por el mundo. Y para ello nada mejor que divulgar los beneficios del rezo del Rosario con hechos o sucesos reales y comprobados. Así, en el año 1655 otro monje dominico recopiló hechos milagrosos relacionados con el rezo del Rosario, que sucedieron por nuestro entorno. Y qué suerte que uno de ellos sucediera en nuestro pueblo.

Y fijaros que, como pasó en el caso comentado de Santo Domingo, después de estos sucesos los años siguieron pasando. Y también, supongo, que la devoción por el rezo del Rosario tuvo sus momentos de decadencia. Y, como dicen algunos, la historia que no se conoce está condenada a repetirse. Y quizá, también, como he dicho anteriormente, las cosas tampoco suceden porque sí. Y así llegó un feliz día de mayo del año 1917 en el que la Virgen volvió a aparecerse con un rosario en la mano. Y esta vez fue a esos tres pequeños pastorcillos que cuidaban de sus ovejas cerca de su pueblo natal de Fátima, en Portugal.

Curiosamente, en aquellas apariciones, que luego se repitieron durante varios meses, la Virgen les encomendó el rezo del rosario. Como pasó con Santo Domingo y con Fray Alain de la Roche. Como hacía aquel Sacerdote burguillano que rezaba el rosario tres veces al día. Y curiosamente, y sin saber exactamente desde cuando, en Burguillos veneramos a la Virgen del Rosario, como nuestra patrona y protectora; y también lo hacemos con esta otra imagen de la Virgen de Fátima que hoy tenemos aquí presente. ¿Podríamos preguntarnos, por tanto, si tienen relación estos hechos y la presencia de los dominicos en Burguillos de Toledo con nuestra Virgen del Rosario? Después de lo referido, yo creo que razones no nos faltan para ello.

Además, yo también creo que las cosas no suceden por qué sí. Así que, en fin, poco más queda por deciros. Que cada cual extraiga sus conclusiones. Tan sólo espero haber aclarado un poco la relación que pueda existir entre el relato del Sacerdote, la de los dominicos y la de la Virgen del Rosario con nuestro pueblo: Burguillos de Toledo. 

sábado, 5 de noviembre de 2016

El Corregidor de Burguillos de Toledo




























































Siempre lejos, y al margen de cualquier partidismo, opinión o posicionamiento, creo oportuno traer hasta nuestro blog este artículo periodístico; escrito, además, por un convecino nuestro, desde hace muchos años, al que consideramos también burguillano. Y sensibilizado, por tanto, con la situación actual que se vive en nuestro Ayuntamiento y que tan bien describe en su columna, con una estructura y argumentación, a mi modesto entender, de gran calidad literaria.

Si interesante es el artículo en sí, como para publicarlo en nuestro blog, también me lo parece el asunto tratado, no tanto por la personalización que hace de él, en la figura del regidor de Burguillos de Toledo, sino por el ambiente de crispación que existe en el órgano rector de nuestro Ayuntamiento. Insisto en que, independientemente de los motivos que hayan dado lugar a esta situación, siempre nos vamos a mantener al margen de ellos desde este blog. Pero si, a mi juicio, había algo que destacar con la publicación de este texto, es que se habla de nuestro pueblo y, además, a través de un estilo literario de calidad que merece nuestro encomio.

lunes, 8 de diciembre de 2014

De los pregoneros (3ª parte)

Fotografía perteneciente al libro "Las Edades de un Pueblo"

Dice Don Perogrullo que del pregón, es protagonista el pregonero, también conocido como "la voz pública". Es posible que aún muchos burguillanos conocieran al último pregonero de verdad, Pedro "el cartero", quien cumplió como el mejor de sus predecesores en el oficio. Su imagen era como la del pregonero de otros pueblos: gorra de plato, chaqueta de pana, corneta dorada, pregón memorizado, buena voz; y con entonación propia y casi siempre pegadiza, que lanzaba la cantinela previo toque de corneta. Se paraba en plazuelas y esquinas estratégicas y allá acudían chiquillos, mujeres con el cántaro en la cadera y hombres curtidos por el sol. Todos aguzando el oído y las entendederas para captar el mensaje que oían e interpretaban. Después se inventaron los altavoces en las torres, y como todos sabían leer, se fijaron los bandos del Alcalde en lugares públicos. El altavoz fue el sustituto inmediato del pregonero de a pié, que pasó poco a poco a mejor vida. Los pregones en aquella fase digamos "modernizada" se hacían con su equipo de amplificación, y aún fueron cosa del pregonero, pero ahora desde el Ayuntamiento, sentado a la sombra y sin esfuerzo. La voz del pregón por los altavoces era artificial, metálica y sonaba a bocina. Si no se entendía, pues el pregonero se ahorraba las repeticiones y explicaciones. Pero es verdad que se perdió el contacto personal con los vecinos. Ahora por el altavoz, el tono era cansino, sin gracia y se limitaba a una simple lectura corta. Ya no se iniciaba con el "de parte del señor Alcalde, se hace saber...". Comenzaba con los pitidos oportunos de acople de la megafonía, con un escueto: ¡Atención, pregón!.

Y con aquello del altavoz se suprimieron los paseos del pregonero y el encuentro con los amigos con los que citarse en la taberna del tío Paco, claro está fuera de las horas de servicio. Y así fue acabando la vida y funciones clásicas de la "voz pública", convertido en un anacronismo en la era de las comunicaciones.  Se fueron los pregoneros con los campaneros, con los tostoneros, los afiladores, los barquilleros, los helados de maquinilla dosificadora o el raspado de limón. La humanidad ha dado un salto brutal en tecnología, ha roto todas las previsiones, con el peligro de deshumanizarnos, de crear una sociedad de seres, no de personas. Los pregoneros se han refugiado en su metáfora y aquí nos tienen a los "postizos" pidiendo un recuerdo agradecido y respetuoso para aquellos que se alejan cada vez más y más de nuestra memoria y por lo menos una vez, previa a las fiestas, los resucitamos simbólicamente, encarnándose en los pregoneros honorarios del siglo XXI, que tratan de exaltar las bondades y recuerdos de un pueblo, en el corto espacio de lo que dura un pregón.


Cuando se repasa el álbum fotográfico de Burguillos de Toledo, editado en 1994, con el título acertadísimo de "Las edades de un pueblo", en el que me cupo la suerte de colaborar, descubrimos como las tradiciones se transmiten y continúan. Se actualizan y nos permiten poner cara a nuestros antepasados y descubrir cómo ellos también sabían divertirse en las fiestas, en las bodas, entre los amigos, en la taberna, en el patio de la casa, en el baile, en el fútbol, cazando, montando a caballo o en la Vespa. Los quintos se colocaban el gorrito cuartelero y con la pandereta salían a cantar. Los expertos en el baile de la bandera demostraban delante del Cristo o la Virgen sus habilidades en este arte. (Mis saludos a la Escuela de Baile de la Bandera, maestro y aprendices). Burguillos de Toledo en fiestas es la continuación documentada por la fotografía, los escritos y la memoria colectiva de un acontecimiento popular, siempre vigilado por esa afilada torre que como un cuchillo corta el viento, como la "faca" caminito de Andalucía, y se mantiene en el horizonte como mojón elegante y esbelto rematado por el capitel que nos indica o señala el centro de Burguillos de Toledo, para aquel que se aproxima por alguno de sus cuatro costados.

Esta elegante torre continúa siendo testigo de tantos y tantos acontecimientos que secuencialmente han ocurrido en el pueblo, desde que la torre es torre, hija de otra torre y nieta de aquella iglesita fortificada de la Edad Media. Pregunten a la torre, Torre adornada en fiestas con arcos luminosos. Torre que espera a sus vecinos, torre quieta, torre que siente, torre avisadora, torre testigo, torre que desea con los burguillanos que se abran las puertas de la fiesta en honor al Cristo de la Fe, que en definitiva es lo que vengo a pregonar de parte del señor Alcalde.

Siento no ser una actriz de la tele, ni una señora de buen ver, atrevida y con buen caché, que a veces por subirse al balcón, sin saber muy bien en qué pueblo está, se lleva un buen pellizco del presupuesto festivo. Ni tampoco ser un político que convierte el pregón en un mitin. Espero que la ocurrencia de llamar a un académico identificado con el mundo rural y su desarrollo cultural, haya sido algo distinto. Y dicho esto , el pregonero quiere concluir anunciando, con el chu-pi-na-zo, que las fiestas de Burguillos de Toledo de 2014 comienzan presididas por la alegría, el buen humor, restos de la crisis y , sobre todo, desando a todos los habitantes de este Burguillos de Toledo y a quienes le visitan, que sean felices dentro de lo posible y se diviertan con tiento y con modo.

Ventura Leblic.


sábado, 6 de diciembre de 2014

De los pregoneros (2ª parte).


Hablando de pregones, muchos de ustedes quizá no hayan oído al pregonero de verdad en su "salsa". Al pregonero funcionario del Ayuntamiento, empleado en mil negocios municipales "factotum", alguacil y además pregonero.

Un honroso menester al que se dedicó Lázaro de Tormes, quien dijo: "tengo cargo de pregonar los vinos que en esta ciudad (de Toledo) se venden, y almonedas y cosas perdidas; acompañar a los que padecen persecuciones por la justicia y declarar a voces sus delitos: pregonero en buen romance". Lázaro se siente honrado con su oficio, con su último oficio y añade: "yo le he usado tan fácilmente que casi todas las cosas que al oficio tocan, se pasan por mi mano. Tanto que en toda la ciudad el que ha de echar vino a vender, o algo, si Lázaro de Tormes no entiende en ello, hacen cuenta que no sacan provecho". El ser pregonero en Toledo, como ven, fue un buen oficio, pues era persona casi imprescindible en los negocios y en las ventas. Era el publicista de hoy, en el siglo XVI. Pregonaba, como dice, los buenos vinos toledanos, los propios de su amo, el arcipreste del Salvador, y los vinos de los demás.

¿Qué tiene que ver Lázaro de Tormes con Burguillos de Toledo? Pues si, pregonaba los vinos toledanos, es decir de la jurisdicción de la ciudad, sin duda, pregonaba los de Burguillos de Toledo, que eran los más vendidos. ¿Quién lo puede negar? Así pues, Lázaro de Tormes fue el más ilustre publicista de los caldos burguillanos.

Un producto adquiere fama por su calidad y por saber venderlo. Lo primero lo ponían el cuidado de los agricultores burguillanos y lo segundo quienes en Toledo sabían venderlo. Estaban convencidos que los vinos bien pregonados aseguraban la venta.

Recuerden ustedes que Burguillos de Toledo, en el siglo XVI, era conocido como "la bodega de Toledo". La fama precedía a este pueblo por sus buenos vinos. Tanto fue así que el propio Emprerador Carlos V les concedió el privilegio de no alojar en sus casas a nadie de la Corte, cuando esto se hacía de manera forzosa; y otros dos privilegios más, les eximía de dar este tipo de alojamiento a soldado alguno, para evitar alterar el almacenamiento de aquellos vinos que el Emperador pretendía garantizar y proteger. Hasta tres privilegios reales recibió Burguillos de Toledo para preservar su vino que, sin duda, era uno de los favoritos en la mesa imperial. Para recordar esta riqueza histórica que tanta fama le dió al pueblo, se colocó una cepa de vid en su escudo municipal, está puesta sobre un muro, que también nos recuerda los antecedentes históricos de Burguillos de Toledo, donde existió, en el siglo XII, una iglesia dedicada a Santa María de Burguillos, que por haber moros en la frontera de Calatrava, un poco más allá de Los Yébenes, estaba fortificada y defendida por un muro que también protegió a los primeros repobladores de esta villa, que debieron ser mozárabes toledanos. Este primitivo núcleo rodeado por una cerca o muro le llamaron pequeño burgo o pequeño arrabal fortificado: Burguillos; rodeado de viñedos que producían en época de Felipe II unas 25.000 arrobas anuales de un "vino claro" que se vendía en Toledo y... pregonaba Lázaro de Tormes. Quizá algún recuerdo al pregonero de los vinos burguillanos, Lázaro, podía apareer en algún rincón de la población. Porque no sé si encontraremos algún documento que lo pruebe, pero en el último capítulo del "Lazarillo" tenemos sus propios palabras, en donde dice que, lo repito, fue pregonero de vinos de Toledo. ¿Cómo es posible que en la ficción o realidad de la obra, no lo hiciera con los más célebres del momento, cuando Burguillos era considerado como la "bodega de Toledo"?.

De los pregoneros (1ª parte)


Si existe un oficio que no puede practicarse en secreto, es el de pregonero. El pregonero es todo lo contrario a la discreción. Se le tiene que oír. Es una persona que pretende llegar a los demás con su voz y con su ingenio, para dejarles un mensaje. Y aquí me tienen ejerciendo un oficio extinguido que no es el mío, pero que asumo de parte del Señor Alcalde, de manera ocasional y con mucho gusto.

No es la primera vez y puedo que no sea la última que colaboro con vuestro Ayuntamiento o con alguna Asociación Cultural y esto desde hace tiempo. Tiempo lejano. La primera vez fue cuando un grupo de vecinos de Burguillos se empeñaron en recuperar la ermita de San Blas. Eran los años 80 y desde la A.C. Montes de Toledo se les dio apoyo. En el año 1.984 la Revista de la Asociación publicaba en portada aquella ermita llamando la atención sobre ella. Por aquellos entonces el pequeño templo estaba en una situación lamentable. Con el tejado medio hundido, el interior lleno de escombros, puertas desvencijadas, abandono y deterioro.


Parecía un proyecto imposible su recuperación, pero cuando se pone empeño y a San Blas por delante y los vecinos detrás, no hay años que pasen sin ver avanzar las obras de rehabilitación de este bien patrimonial de Burguillos de Toledo y se contemple al final una feliz realidad. San Blas ya va a su casa y dentro no se moja.

Ustedes lo han entendido bien y creo que les anima esa frase tan repetida en nuestra Asociación (que también es la suya): "Los pueblos que no protegen su cultura, pierden su identidad". Esto ¿qué significa?. Pues que la identidad de un pueblo es su alma. Así como las personas disponemos de un alma, que es el principio de la vida y nos hace como somos, los pueblos también deben tener algo que les caracteriza, que esencialmente les identifica; y para descubrirlo, documentarlo, mantenerlo, protegerlo y divulgarlo está eso que llaman cultura.

La cultura es como el recipiente del saber del pueblo y su memoria. Si no lo protegemos y le llenamos poco a poco, pues nos encontraremos con un pueblo vacío, pobre y sin rumbo, sin saber de dónde viene y a dón de va. Nos encontraremos un pueblo sin alma, un pueblo muerto.

Proteger nuestra cultura es ganar en alma, en vitalidad y en identidad.

El caso de Burguillos de Toledo, según lo veo, es que tiene el recipiente abierto a iniciativas culturales que le van llenando poco a poco, y sus señas de identidad se robustecen, con nuevas aportaciones. ¿Dónde están las señas de identidad de un pueblo? Pues en muchas manifestaciones, bien sean populares o eruditas. Se encuentran en sus símbolos, en sus costumbres, en la religiosidad popular, en la forma de vestir, comer, trabajar, festejar, en los bienes patrimoniales, en la historia local... en todo aquello que permanece y se asume para que continúe. Ello os define como de Burguillos de Toledo y no del pueblo vecino. Pero no podemos olvidar que tenemos rasgos comunes con los vecinos porque no somos comunidades aisladas ni cerradas. Pertenecemos junto con otros pueblos, con los que tenemos afinidades comunes, a una comarca,

Nosotros no somos asturianos, por la misma razón que no somos manchegos, lo que no quiere decir que asturianos y manchegos sean gentes de otro planeta, son compatriotas nuestros y además son buenas gentes. pero el que ha nacido o vive en Burguillos de Toledo no puede llamarse talaverano; ni Toledo ser "capital de la Mancha" porque Toledo no es la Mancha, será capital de una Región que por acuerdos políticos se llama "Castilla la Mancha" y nada más. Una región cuya identidad es castellana y después lo demás. Lo castellano es lo único que nos une en esta región artificial, no lo manchego.

Estos mensajes del pregonero, sin duda, se quedan flotando en el aire y con el movimiento de las banderitas puede que se diluyan entre los aires de fiesta que justifican el pregón, pero aquí quedan.


Pregonero de Honor año 2014



Traemos a nuestro blog, gracias a la generosidad de Ventura Leblic, el texto íntegro del pregón inaugural de las fiestas patronales de 2014, que corrió a cargo de este genial historiador, entusiasta defensor de la cultura de nuestra comarca e impulsor de sus tradiciones, que siempre ha estado dispuesto a colaborar con nuestro pueblo y que tanto ha hecho por él en ese sentido.

Es obvio que el autor ha dejado su impronta en la parte reivindicativa del discurso, pero la calidad literaria de este texto no deja lugar a dudas y, si ya nos sorprendió con su lectura y agradable entonación, el día de su exposición, ahora seguro que nos impresiona con su capacidad para trasladarnos a otra u otras épocas, con la única referencia de nuestro pueblo; por esa riqueza de datos que nos proporciona su conocimiento de la historia y, sobre todo, por esa amalgama de sensaciones y emociones que provoca en nosotros el recuerdo de aquellas vivencias que aparecen en algún pasaje del texto, y que tan bien ha sabido describir y tratar.

A buen seguro, que será una referencia para nosotros y en más de una ocasión nos sentaremos a leerlo con detenimiento. ¡Gracias, Ventura!

sábado, 26 de octubre de 2013

Burguillos prehistórico (3ª parte)


        "Cerca de la mencionada zanja, y a derecha e izquierda de arroyo, he visitado ruinas de antiguas construcciones de piedra—sin argamasa—de traza rectangular, con algunos semicírculos a guisa de cubos de muros de defensa. Recuerdan las edificaciones de Numancia, hechas con barro, que ha desaparecido.

           En el mismo prado, y en derredor de la zanja y las ruinas, he recogido varios fragmentos de vasos cerámicos pre-ibéricos, ibéricos y romanos, lisos y decorados con incisiones circulares y bandas coloreadas, un pezón de vaso-catino, agujereado, para ser suspendido, trozos de tinaja gruesos y con robustos bordes, un fragmento de hierro laborado y otro de teja romana.

           El ya aludido señor ingeniero ha encontrado en el mismo lugar, sembrado de restos cerámicos y toscos vidrios, un bloque de un decímetro cuadrado de sustancia vítrea que por su color azulado, su brillo e irisaciones simula un trozo de pérfido hermoso que lleva adherido en su base una capa de yeso al parecer.

           Todos estos hallazgos inducen a probar que el preibérico poblado de Burguillos, estuvo emplazado en el sitio precisamente en que radican las ruinas y zanjas descritos y en donde he hallado, a flor de tierra, los restos de cerámica negra y roja—preibérica y romana respectivamente—mas los restos de rumiantes mencionados y el bloque producto de fusión azulado.

          ¿Cuál fuera la “causa” o “razón” que determinara la creación del nuevo poblado y el abandono del preibérico y romano?... Las ciencias médicas lo manifiestan sin que haya lugar a duda del por qué tal resolución.

          El gran contingente de manantiales que dieron nombre al “Burgo” o “Aldea”, ocasionaban –y aun al presente producen—crecida estadística de enfermos de “paludismo”; en vista de lo cual, en los finales de la época de la dominación musulmana y comienzos de la reconquista, se trasladaron progresiva y paulatinamente los moradores del pueblo de la dehesa de “Sielma” al altozano del actual “Burguillos de Toledo”, huyendo del continuo y mortificador contagio del gas, microbio, emanaciones, etc., de los manantiales, que transforman la dehesa en un “pantano”, en que brotan juncales innúmeros".

          [ continuará... ]

miércoles, 23 de octubre de 2013

Burguillos prehistórico (2ª parte)


        "Mi antedicho amigo, el señor ingeniero, me manifestó que al abrir la zanja de drenaje número 1 y cuyo emplazamiento corresponde al final del prado de la mencionada dehesa en su extremo N.E. y en dirección normal al “arroyo llamado de la Rosa”, se encontraron algunos fósiles en la capa de arena y grava primera que existe sobre la masa granítica que forma el fondo de la zanja; y al demandarle su opinión  acerca del interés y particularidades histórico geológicas del hallazgo en cuestión, me manifestó que su humilde parecer le condensa en la forma siguiente: indudablemente la superficie del terreno en el lugar de hallazgo la formaba en la época geológica en que vivieron los seres cuyos fragmentos han aparecido, la masa granítica al descubierto, masa granítica que hoy forma el subsuelo y se encuentra a siete metros de profundidad en la parte del valle donde se halla dicha zanja. Esto lo prueba el que la superficie del granito a esa profundidad esté descompuesta, cosa que le ocurre al granito al estar a la unión directa de la atmósfera; y además demuestra esto que dicha época geológica es moderna, pues entonces la atmósfera dicha estaba en condiciones muy parecidas a las actuales para producir dicha alteración en la indicada roca.

          Como los fragmentos son de mamíferos rumiantes, por la disposición de las mandíbulas parece que se trata de animales del periodo diluvial, como lo comprueba el que los sedimentos que forman el suelo del valle, arenas, gravas y arenillas que se encuentran sobre los dichos fragmentos, son de dicho periodo geológico.

          Añadióme, que no cree que este descubrimiento sea de gran interés para la geología, pues sin duda estos restos no forman ningún yacimiento “in situ” de fósiles, sino arrastrados a este lugar por las aguas del valle juntamente con cantos rodados que les rodeaban.

          Habiéndome cedido dicho señor González, los citados fósiles los he donado en su nombre al Instituto General y Técnico  de Toledo".

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lunes, 21 de octubre de 2013

Burguillos Prehistórico (1ª parte)

               
Reproducimos a continuación la primera parte del artículo titulado "Burguillos Prehistórico", publicado por Don Juan Moraleda y Esteban, en el diario "El Castellano", con fecha 10 de abril de 1924. Este año también ha sido utilizado para ilustrar el programa de fiestas del Ayuntamiento. Aunque hay que ser conscientes de que contiene ciertas imprecisiones y datos faltos de rigor, bien podría servir para comenzar a aproximarse a la historia de nuestro pueblo.

              "Con ocasión de estarse verificando obras destinadas al abastecimiento de aguas potables de esta capital, en el término municipal de Burguillos, he tenido la doble oportunidad de visitar el lugar expresado; y digo por duplicado por haber recibido la invitación oficial por parte del excelentísimo Ayuntamiento, como concejal del mismo, y, además, como particular, requerido por el ingeniero de caminos, director de las obras del abastecimiento, don Vicente González, quien conocedor de mis aficiones a estudios e investigaciones biológico-histórico-arqueológicas, tuvo la bondad de apresurarse a comunicarme el hallazgo que tuvo la fortuna de efectuar de fósiles interesantes para la arqueología y la geología histórica, respectivamente, que después relaciono.

         Fue desde los tiempos de la reconquista el indicado moderno pequeño lugar, Aldea perteneciente a la ciudad de Toledo.

         Según expuse en mi “Nomenclátor etimológico de los pueblos de la provincia de Toledo”, publicado en la ilustrada revista “Toledo”, en noviembre de 1918, Burguillo es diminutivo de Fuente, procediendo de “Burgo” o “Borgo” “aquae”, próximo a Toledo. Lugar de Aguas. El nombre de “Aquae” es latino-romano, y el de “Burgo” es godo, derivado de “Burg”, que significa predio o barrio de Fuentes.

         Este mismo nombre, según parece, le llevó el lugar de Burguillos desde muy lejanos tiempos, y con sobrada razón para ello, pues en verdad, lugar de Fuentes puede llamársele por los perennes manantiales que en su término municipal existen.

        Tiene al Sur de su poblado, y a tres kilómetros, una hermosa y poética dehesa conocida por “Sielma”, en la cual se cuentan diversos nacimientos de agua de buena calidad y de pocos grados hidrotimétricos; agua cedida por su propietario, el excelentísimo señor marqués de la Torrecilla, para surtir a la imperial ciudad de Toledo.

         En el centro y al Noreste de la indicada finca, existieron, según afirma la tradición local, dos poblados denominados “La Ceca” y la “Meca”, que denuncian su procedencia islamita, habiendo desaparecido la “Ceca”, situada al Poniente del Arroyo que forman los manantiales y corre de Sur a Norte.

          “La Meca”, convertida en el decurso del tiempo en “casa de Meca” o de labor que acaso sería santuario muslime en lejana época hacia el sur, teniendo cercano un buen depósito de aguas para el pueblo, y un gran abrevadero para el ganado. Su situación, es, al oriente de arroyo y en un plano que domina la dehesa y el arroyo, teniendo su puerta principal al medio día, y la del corral de ganado boyal, al poniente."

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