A veces, una reparación a tiempo evita males mayores, pero no podemos esperar a que este tipo de cosas acaben con nuestro patrimonio urbano, sino que cualquiera de nosotros podemos avisar de la situación, recoger las piezas deterioradas y entregarlas para que se puedan reponer antes de que desaparezcan definitivamente. Incluso, hacerlo nosotros mismos, pero siempre que contemos con el debido consentimiento.
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