Se han reanudado los trabajos de restauración en el interior de la ermita, comenzando a picar las paredes que se encuentran ahumadas, para descubrir las capas de yeso inferiores y recuperar así el aspecto que presentaban originariamente, como puede verse en la imagen. En este caso, se trata del lienzo que presentaba una mayor impregnación de humo, ya que fue aquí donde debieron tener un fogón las milicias que ocuparon la ermita.
En los próximos meses se continuará con esta tarea, aunque al ritmo que permitan nuestras posibilidades económicas y de medios materiales.
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