sábado, 19 de enero de 2013


 Un poco de historia...

  Los primeros datos que encontramos sobre la ermita, proceden de un testamento otorgado en el año 1209 por doña Charina, esposa que fue de Mojiel el Carniero, en el cual se manda un mizcal para la fábrica de Santa María de Burguillos, iglesia situada en la comarca de La Sisla. El 10 de enero de 1576, en las Relaciones Topográficas de Felipe II, se dice que la ermita de Nuestra Señora de Burguillos es muy antigüa, entendiéndose que es desde que había moros en Calatrava, allá por el siglo XIII, y así estaba hecha a modo de casa fuerte, con el fin de resistir los ataques bélicos. También se decía que la imagen de Nuestra Señora era toda de piedra, a la estatura del natural; y el templo, de mucha devoción, acudiendo a él de todos los pueblos de la comarca.

  Hasta 1936 aquí tenía lugar la Fiesta de San Blas, con la misa propia del día y una  gran Romería a la que concurrían buen número de romeros de los pueblos limítrofes. Al final de la jornada, se celebraba la procesión y se distribuían “los cerillos” bendecidos que, según la creencia popular, servían para aliviar y curar las enfermedades de garganta.

  En la Guerra Civil Española (1936-1939), la Ermita se utilizó como cocinas de las milicias republicanas y todo lo que había en su interior fue destruido. De aquellos oscuros pasajes de la Historia, quedó un edificio ennegrecido por el humo de los fogones y las anotaciones (en la pared) de los “ranchos”  que se distribuían entre cada sección de las milicias. Después de la contienda, el edificio fue absolutamente abandonado y, en alguna ocasión, hasta expoliado. El tiempo y las lluvias hicieron lo demás, llegando hasta tal punto el deterioro de la techumbre, que en algún momento se temió por el inminente derrumbe de la misma.

  En 2007 se creó la "Asociación Amigos del Patrimonio Histórico y Cultural de Burguillos de Toledo", para la urgente rehabilitación de la ermita, y después de muchos avatares, lucha y sufrimientos, a fecha de hoy volvemos a celebrar, por cuarto año consecutivo, la Romería de San Blas en la emita de su mismo nombre, la cual aún se encuentra en proceso de rehabilitación, pero sin temor a su ruina.

  Queremos, por tanto, seguir celebrando esta fiesta en la que concurren aspectos tales como la manifestación ritual; el desplazamiento al santuario (generalmente situado fuera de la población); la convivencia festiva; la ruptura con lo cotidiano; el contacto con nuestras costumbres, etc.; por lo que representan como  acto de reafirmación de la identidad colectiva de nuestro pueblo, capaz de intensificar las relaciones sociales entre sus gentes y de aportar dimensión de realidad a nuestra comunidad; objetivos que, en definitiva, son los que inspiran la razón de ser de la Asociación.


3 comentarios:

  1. Excelente artículo gracias por esta generosidad histórica.

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    1. Difundir esta información entra dentro de los fines de la Asociación, Elisa, aunque os la vayamos transmitiendo poco a poco. Gracias por tu interés y participación en el blog.

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  2. Existe algún vestigio en la ermita de la guerra civil?
    Pueden contestarme en caso afirmativo aquí:
    metbassted@gmail.com

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