Esta semana se cumplen doce años de la llegada de don Juan García Martín a la parroquia de Santa María Magdalena, de Burguillos de Toledo (llegó inmediatamente después de las fiestas del Cristo de la Fe del año 2005). Cura humilde, modesto, profundamente religioso y buen comunicador, que ha sabido llegar a los burguillanos. Desde un primer momento ha sido capaz de hacerse un hueco e integrarse como uno más en nuestro pueblo. Ha sabido interiorizar el sentir de la gente, de nuestras tradiciones, de nuestras creencias y devociones; y las ha hecho suyas, para compartirlas y enseñarnos a amarlas desde nuestro corazón. Y siempre, en sus mensajes, una enseñanza, un ejemplo, un rayo de esperanza, una luz para despertar nuestro amor por Dios, para saber acercarnos a Cristo -como siempre dice- y dejar que El se acerque a nosotros.
A buen seguro que todos le tenemos un cierto cariño. Desde aquí nuestro agradecimiento a lo que hace por los burguillanos y por el pueblo. Sirvan estas líneas, también, como sincero homenaje a su labor y a su persona, junto a estas fotos que muestran otra de las cosas que hemos podido vivir con él, fruto del tesón y la perseverancia de todos, pero que no habría sido posible sin su apoyo y firme convicción. Una muestra de las misas celebradas por don Juan con motivo de las diferentes romerías de San Blas, en las que puede verse cómo ha ido evolucionando el altar, desde su más completo abandono, hasta el estado actual.
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