Las labores agrícolas y la pesada maquinaria que se utiliza en la actualidad ha logrado lo que en los ochenta años anteriores no había conseguido el laboreo tradicional: la destrucción de muchos de los restos de la Guerra Civil que aún se conservaban por nuestro entorno.
Hasta hace unos años eran visibles muchas de las trincheras que ocupaban puestos estratégicos en el cerco de la ciudad de Toledo. Poco a poco se han ido colmatando, pero al menos se distinguía parte de su antigüa fisonomía o de su trazado original. Sin embargo, las enormes vertederas que mueven los tractores agrícolas actuales las han ido cercando y colmatando del todo en aquellos lugares que ocupan terrenos cultivables y han terminado por desaparecer. Por contra, estos mismos arados modernos sacan a la luz otro tipo de vestigios que se conservaban en estas zanjas o en sus alrededores aunque ¡quién sabe lo que se habrá quedado allí dentro1.
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