El campo burguillano progresa en los últimos años con la incorporación de innovadoras formas de cultivo y de jóvenes agricultores que están introduciendo nuevas ideas respecto a la forma de dotar de un valor añadido a la riqueza productiva de nuestras tierras.
Hasta hace unos años podíamos hablar de una mera labor de producción y recolección, como en el caso del aceite, cuyo ciclo se cerraba con la venta del fruto en las almazaras de los alrededores (Mazarambroz, Nambroca, Sonseca...), sin intervenir en las siguientes fases de su elaboración. Sin embargo, estas nuevas generaciones de agricultores jóvenes están tratando de comercializar ese producto ya elaborado, envasándolo con una marca propia y distintiva, que destaque los verdaderos orígenes del mismo. Son varias las iniciativas creadas hasta la fecha, como "Aceites Santa Isabel", "Los H" o "Gran de Vargas", comercializadas por los hermanos Hernández Huete o los yernos de Paco, respectivamente.
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