En el año 2003 se trató de refundar la celebración de los "Quintos" y la de "San Blas" haciendo partícipes a los jóvenes que alcanzaban la mayoría de edad a lo largo del año y, curiosamente, se unió a la festividad de San Juan Bosco, que nunca se había celebrado en el pueblo. En el título de este folleto podemos comprobar que la misma se tituló "Festividad de San Juan Bosco y San Blas" y, aunque entre los actos se incorporaba la tradicional procesión de los quintos con la imagen de San Blas, todos ellos tenían lugar un único día, el 31 de Enero, que coincide con la celebración de San Juan Bosco.
Tradicionalmente, los quintos eran los principales protagonistas en la festividad de San Blas y así, una y otra celebración iban prácticamente unidas. El día de la romería, eran ellos quienes se encargaban de portar la imagen del santo por los alrededores de la ermita, procesión que tenía lugar después de haberse celebrado allí romería y oficiarse una misa en honor a San Blas. Tras la guerra civil, con el abandono de la ermita y la restitución de la imagen por un donante del pueblo, ésta quedó depositada en la iglesia y los quintos retomaron la costumbre de sacarlo en procesión por las calles del pueblo el día de su festividad, que es el 3 de febrero, y que coincide por proximidad con la época en que los jóvenes eran llamados a "tallar" por el ayuntamiento.
Sin embargo, a finales del siglo pasado esta tradición había ido perdiendo pujanza, por lo que esta nueva iniciativa de San Blas y San Juan Bosco trataba de conservar la tradición de los "quintos", eligiendo la mayoría de edad como justificación para su celebración. Pero aún faltaría algo más de un lustro para que se recuperara la popular romería que tenía lugar el día de San Blas en nuestro pueblo desde bien antiguo y que, realmente, es la que ha vuelto a relanzar la costumbre de que, año tras año, los jóvenes celebren su "quinta".
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