miércoles, 31 de mayo de 2023

De santeros y ermitaños

Este año volvimos a la ermita con Ntra. Sra. de Burguillos para celebrar allí la misa en el dia de la Visitación de la Virgen, aunque el traslado de la imagen no se hizo a pie (recitando el rosario como es costumbre), debido a la amenaza de lluvia. Acto seguido tuvimos oportunidad de dar a conocer algunas peculiaridades de este lugar, dedicando la charla de este año a la función y presencia de los santeros o ermitaños que mantenían la ermita.

"Mirad, salvo acontecimientos como las romerías o “los Santos”, prácticamente casi nadie viene hasta aquí durante el resto del año. Tan sólo interrumpen esta soledad los running…, los ciclistas…, los que pasean por estos caminos… y alguna que otra visita de familiares a sus seres queridos en el cementerio. Y, por supuesto, la ermita permanece cerrada.

Bien, pero no siempre ha sido así. Todo lo contrario. Lo habitual, durante siglos, ¡fíjaros! es que este lugar se visitara más frecuentemente y, mejor aún, que la presencia de gente fuera habitual. Porque este lugar estaba permanente habitado. Sí, la ermita nunca estaba sola. Pero no es que viviera alguien en la ermita, claro, sino en las viviendas que había construídas aquí dentro del recinto actual. Viviendas que hoy no siguen en pié, pero que estaban situadas en el patio delantero, este por el que atravesamos al entrar a la ermita.

Y si os preguntáis quién hacía uso de esas casas o dependencias, pues la respuesta es muy sencilla: el ermitaño (o “santero”, como queráis llamarlo.). El ermitaño era el encargado de facilitar el acceso a quien viniera a visitar o rezar a la Virgen. De abrir y cerrar la ermita, en definitiva; pero también de cuidarla, atenderla y hacer labores de limpieza o de mantenimiento. Y aunque pueda parecer absurdo o innecesario, porque hoy en día sólo acudimos a la ermita tres veces al año como decía (con la romería de San Blas, la de Ntra. Sra. de Burguillos que hoy celebramos y el día de Todos los Santos), antes era tanta la devoción que este sitio se visitaba con frecuencia.

Fijaros qué bonito está hoy el altar, que hasta la ermita cobra vida, pero luego nos llevamos la imagen de la Virgen a la parroquia y no vuelve a verse igual hasta el día de Todos los Santos. Antes no era así, y las imágenes permanecían en  la ermita ,que es el lugar que les correspondía, y el ermitaño se encargaba de velar porque se mantuviera el debido decoro, incluso regando las flores o manteniendo las velas y las ofrendas de los burguillanos..

También estaban a su cargo el cuidado y la custodia de las imágenes y todos los ornamentos que había en la ermita. Lo que hoy sería una labor de vigilancia. Que aquí hubiera alguien día y noche también era importante para evitar robos o asaltos. En algunos casos, hasta ayudaría al cura en las ceremonias que se celebraban en la ermita o en su preparación, aunque hay que tener en cuenta que también la Virgen tenía una cofradía propia que se encargaba de preparar sus fiestas.

Y no sólo eso, sino que como era un oficio retribuido y reconocido, los interesados en ostentar ese puesto también eran unos cuantos. De hecho, aparte del sueldo, el ermitaño disfrutaba de alojamiento en esas casas, tanto para él como para su familia y podía tener sus animales en lo que era el corral de las viviendas (hoy esta parte izquierda del cementerio donde está el pozo, que daba servicio tanto a la ermita como al ermitaño).

Indirectamente, cumplía otra función muy importante, dando asilo y cobijo a los viandantes. Al estar las ermitas en lugares alejados y solitarios, si se desencadenaba una tormenta en los alrededores, se convertía en un lugar donde refugiarse.

Además, antes no se viajaba con la facilidad y la rapidez de hoy en día, ni los labradores disponían de medios de locomoción como los de ahora para venir a labrar los campos. Y si a un viajero se le hacía de noche y no había llegado a lugar donde guarecerse, pues aquí estaba el santero para darle alojamiento provisional en lugar de dormir bajo las estrellas o al raso de una noche de invierno. Si alguien (o las caballerías) se accidentaban o enfermaban en el trayecto, no podía hacer otra cosa que acudir al lugar más cercano para pedir auxilio. Y antes que ir hasta Cobisa o Burguillos, que están a algo más de un kilómetro de aquí, ¡aquí estaba el ermitaño!. Recordad que este camino que pasa debajo de la ermita, fue un camino muy transitado hasta que se construyó la carretera de Ciudad Real, y eso fue ya en el siglo XIX. Si alguien se quedaba sin agua labrando los campos, pues que menos que pasar por la ermita y saciar su sed en el pozo del ermitaño.

Y así podríamos poner mil ejemplos más, que si os fijáis ahora en lo que pasa en la ermita de la Virgen del Valle, por ejemplo, nos puede poner en contexto.

¿Quién no sabe que la ermita del Valle está abierta de sol a sol para todo aquel que pasa haciendo la ruta del Valle caminando? Pues está abierta porque la abre el ermitaño todos los días del año. Allí sigue habiendo todavía un ermitaño, eso es. Como también lo hay en la ermita de la Virgen de la Cabeza. Y por qué? Pues porque son sitios de mucha devoción que se visitan por mucha gente durante todo el día.

            ¿Pruebas de la existencia de este puesto de ermitaño en Burguillos que os cito? Pues muy sencillo. Lo primero un plano del año 1881 (y que tenéis en el libro de la ermita) en el que aparecen señaladas y enumeradas todas las dependencias del recinto, desde la ermita hasta el cementerio. Pero, fijaros, las designadas con las letras de la “e” hasta la “h” serían la cuadra, luego la cocina y el fogón, una sala más y la alcoba del ermitaño y su familia. Estas dependencias estaban situadas según entramos a mano izquierda, ahora derruidas.

Sin ir más lejos, aquí dentro tenemos otra prueba. En uno de los muros de la nave tenéis expuesta una plaquita funeraria que dice: “Soy de Juan Fernández Mojón, ermitaño de Ntra. Sra. de Burguillos”. No sabemos de qué época es, pero nos habla claramente de alguien que tuvo el oficio de ermitaño en la ermita.

Si nos vamos al Arzobispado, por ejemplo, en el apartado de Visitas Pastorales nos consta la descripción de la realizada en el año 1721. Curiosamente, en ella se pedían explicaciones al santero Juan Pérez de Rojas por la desaparición de una alhaja de la Virgen que no se encontró en esa visita.

Algo más tarde, aunque ahora no puedo precisar la fecha, Pablo Martín emprendía un pleito también en el Arzobispado que acredita lo codiciado que debía ser este puesto. Parece ser que la posesión del cargo de santero estaba vacía en un momento dado, aunque la ocupaban interinamente Josefa Martín de Anaya y Manuel Martín de la Sagra, por lo que éste solicitaba que la plaza se sacara a concurso de nuevo para tratar de hacerse con ella, suponemos.

No se conoce que hubiera más construcciones que las dependencias del santero. Sin embargo, con el paso del tiempo, lo que ocurre es que Carlos III ordena que se construyan cementerios fuera de las  poblaciones para dejar de enterrar en las iglesias. La proliferación de epidemias y el continuo abrir de las sepulturas ubicadas en el suelo de las iglesias, era considerado causa de insalubridad y rebrote de muchas enfermedades. Así que se decide construir aquí un cementerio, al lado de la ermita, para que también sirviera de capilla funeraria.

Entonces lo que hace el ayuntamiento es habilitar un espacio y construir aquí mismo otra dependencia (principios del siglo XIX, teóricamente) que servía como cuarto para uso propio y que hasta los años 80 se utilizaba como depósito de cadáveres y sala de autopsias. Pero también se habilitaba otra dependencia para uso habitacional o residencia del camposantero, figura que aparecía con la construcción del cementerio. Y aquí debieron convivir compartiendo patio ermitaño y camposantero.

Si volvemos al plano del año 1881 que tenemos en el libro de la ermita, podemos distinguir también esos tres espacios. Justo al otro lado de la vivienda del ermitaño, donde hoy tenemos la sala que utiliza la Asociación Burgus, estarían la alcoba, la cocina y el fogón del “camposantero”.

Y aquí debieron convivir, compartiendo el patio como una casa de vecinos típicas de aquella época, de las cuales nos quedan algunas en el pueblo (Plaza Pérez Caballero, calle Valera, calle Caño).

Ocurre también, que en estos alrededores también vivía gente de manera permanente. Dos lugares, en concreto. Una casa de campo que había junto a lo que fue el almacén de Butano en la que podrían vivir una o dos familias; y, ya más abajo, en dirección a Toledo (pasando hoy en día por debajo de la autovía la Ronda Sureste) lo que era conocido como el “Ventorrillo”. Conocemos uno de los venteros que lo tuvo en su momento. También tiene su historia, quizá mejor para otro momento.



            Finalmente, cuando llega la Guerra Civil ya sabéis que el pueblo es desalojado y este lugar, la ermita propiamente dicha y estas viviendas que había aquí, son ocupadas por las tropas del ejército republicano que asediaba Toledo.

Al finalizar la guerra el santero y el camposantero dejan de tener sentido, al haberse destruido la ermita y desaparecer la Virgen y el resto de imágenes, pero las viviendas del camposantero si van a ocuparse de nuevo por una familia de Burguillos. Desconozco si fuera porque carecían de vivienda en el pueblo, si era por estar cerca de las tierras que cultivaban o si es que entonces ea necesario aprovechar cualquier cosa que tuviera techo. Lo cierto es que finalmente terminaron mudándose a otra vivienda en el pueblo y esto quedó ya deshabitado definitivamente".

domingo, 28 de mayo de 2023

Romería del 31 de mayo


El día 31 de mayo se celebra la romería de Nuestra Señora de Burguillos, que cumple ya su sexta edición, desde que en el año 2016 se comenzara la misma en honor a la Virgen de Fátima, cuya festividad también se celebra en el mes de mayo. Posteriormente llegó a la parroquia la nueva imagen de la Virgen y es ésta la que se traslada en procesión desde la iglesia hasta su ermita, con el rezo del rosario a lo largo del recorrido, la celebración de una misa a su llegada y el posterior encuentro parroquial organizado por el Consejo Parroquial durante el resto del día. La Asociación Amigos del Patrimonio colabora en la preparación de estos actos y en el reparto de migas y limonada para todos los asistentes.

Este año aprovechamos la ocasión para engalanar la ermita con la colocación de un cuadro de la Virgen del Carmen procedente de una donación, que se quedará de manera permanente en uno de los tramos de la nave principal, frente al cuadro del Cristo de la Misericordia.






¿Atentado al Patrimonio?


Se puede entender que, habiendo como hay una estación de transformación en los alrededores de la ermita, sea necesario sacar diversas líneas de suministro eléctrico en diferentes direcciones, para atender así las nuevas necesidades que surgen en poblaciones en crecimiento como la nuestra.

Sin embargo, lo que no parece concebible es que, yendo esta línea en paralelo al camino Real, no se haya pensado en soterrarla por el margen del camino y tenga que atravesar por tierras de cultivo en las que de buenas a primeras va a aparecer un poste metálico de considerables dimensiones. Como éste que va a quedar justo delante de la ermita. No sé, no parece muy lógico en pleno siglo XXI. ¿O sí?









sábado, 27 de mayo de 2023

El cuadro


Este cuadro ha sido adquirido por el Ayuntamiento de Burguillos de Toledo para engalanar las casas consistoriales. A su vez, en el resto de las dependencias municipales se colocarán reproducciones a menor escala del mismo, para unificar así el mensaje que traslada la obra respecto a los símbolos municipales, los orígenes del municipio y su historia viva.

Se trata de una imagen con una perspectiva poco habitual, por haberse basado en una captura de la iglesia parroquial y sus alrededores, desde una posición elevada, con la complejidad que entraña ésta y los puntos de fuga que se salen del encuadre, como comentaba su autor el día que fue expuesta al público. El nivel de detalle, sobre todo para reflejar las hiladas de ladrillo de la iglesia, entrañaban también una dificultad añadida que el pintor ha sabido superar con destreza.

viernes, 26 de mayo de 2023

18.- Año 1837 (BOP nº. 29)

En marzo de 1837 nos encontramos con la publicación del valor de Tasación de otras tres fincas del convento de San Pedro Mártir, aunque no he localizado el anuncio previo de su subasta y, a tenor, de la numeración que siguen estos anuncios, aquella no fue realizada, lo cual denota la ingente cantidad y la complejidad de esta labor, cuyo proceso seria difícil de seguir con mucha rigurosidad Tampoco están publicadas en la Gaceta de Madrid.

En este caso se trata de tres olivares, uno situado en la tierra denominada "Venta Blanca", situada al este de Burguillos, al límite con el término de Nambroca; otro denominado "El Chapetón" y un tercero conocido con el nombre de "Las Quince", cuya ubicación en el mapa se publicará en una posterior entrada.


17.- Año 1837 (BOP nº. 22)

Volviendo a lo que fue el proceso desamortizador en los conventos toledanos, todos ellos fueron desposeídos hasta del último objeto de valor que hubiera dentro de sus muros, al igual que sucedió con los muebles y enseres. Tal es el caso de las campanas de sus iglesias, oratorios, torres o espadañas, que fueron fundidas, procediéndose después a la subasta del metal obtenido en este proceso.

miércoles, 3 de mayo de 2023

De los pioneros a la actualidad...



Este anuncio de finales de 1987, se repitió en varios números de un folletín, que se distribuía gratuitamente con información local de Toledo por aquel entonces y que recibía la denominación de Zocociover. Se refería, en concreto, a la primera promoción de viviendas desarrollada en Burguillos de Toledo para su venta. La promotora fue una sociedad privada constituida para este fin por un conocido empresario toledano que decidió diversificar sus actividades con esta inversión que había hecho en nuestro pueblo, adquiriendo un suelo que fue recalificado para su urbanización y edificación. 

Hasta entonces Burguillos había visto cómo en esta zona del pueblo se habían ido construyendo viviendas unifamiliares aisladas de manera poco ordenada, de una sola planta, denominadas como "los chalets". Edificadas en amplias parcelas destinadas a jardín o zona de esparcimiento y, generalmente, con piscinas de generosas dimensiones. Sus propietarios, una clase media-alta procedente de la ciudad de Toledo que podía permitirse aquellas inversiones, para uso como segunda vivienda o el denominado"veraneo".

En esta ocasión, lo que se edificaría para su venta serían viviendas unifamiliares adosadas de protección oficial (en dos alturas) hasta un total de dieciséis, alineadas sobre la margen izquierda de una calle de nuevo trazado. Llegaban así a Burguillos las primeras iniciativas inmobiliarias de cierta envergadura, a semejanza de lo que ya había empezado a ocurrir en poblaciones cercanas como Argés, Olías del Rey o urbanizaciones cercanas a Cobisa (El Olivar) o Nambroca (Las Nieves), destinadas a una demanda de vivienda centrada principalmente en la ciudad, más que en las propias necesidades habitacionales de estos pueblos o la tipología de vivienda que venían demandando sus habitantes hasta ese momento.

martes, 2 de mayo de 2023

Obras N-401


Parece que las obras licitadas a finales de 2021 no han concluido del todo. Hasta la fecha todo se había limitado a la rehabilitación del firme y al repintado de las marcas viales, pero ahora se acaban de iniciar labores de ensanche y desdoblamiento de la calzada entre la salida de Burguillos y la Casa Meca, donde se está realizando un importante movimiento de tierras. El Ministerio ha colocado este cartel entre la zona de Mercadona y la entrada a Burguillos de Toledo.

También hay que tener en cuenta que en este punto del enlace de la salida sur del pueblo con la N-401, donde también se ubica un puente para facilitar la entrada a los vehículos que vienen en dirección norte, ha sido zona de inundaciones tras las tormentas de años anteriores, provocando graves accidentes. Quizá la edificación de ese puente cuando se construyó la variante y la falta de planificación en la evacuación de las aguas que desde la sierra vienen a ese punto era el motivo del embalsamiento del agua en la calzada.







Día del Libro 2023