Fiestas Patronales 2012

Nos vamos aproximando a las fiestas patronales en honor al Santísimo Cristo de la Fe de Burguillos de Toledo. Gracias a la iniciativa de la actual Junta Directiva de su Hermandad, el programa de actos religiosos incorpora, desde el año 2005, una pequeña reseña histórica; relativa a esta imagen, a sus festividades o a la propia iglesia parroquial. 

De esta manera, y a lo largo de ocho años, hemos venido profundizando en las investigaciones y el conocimiento de muchos aspectos que hasta ahora no habían sido publicados. Este año, he optado por una crónica periodística publicada en el diario regionalista "El Castellano", en octubre del año 1919 (este periódico, de orientación católica, se publicó en Toledo entre 1909 y 1935). En la misma puede apreciarse el paralelismo entre los actos festivo-religiosos de aquella época y los que se celebran en la actualidad:

"Durante los días 27, 28 y 29 del mes último, han tenido lugar en este pueblo las tradicionales función religiosa y fiestas populares que anualmente se celebran en honor al Cristo de la Fe.

El día 27, a las cinco de la tarde, se cantaron solemnes vísperas y a las nueve de la noche tuvo lugar el “Miserere”, interpretado todo por la brillante banda de Guadamur. Seguidamente se quemaron bonitos fuegos artificiales, que el reputado pirotécnico de Magán, D. Pío Lucas, supo hacer como de costumbre es en él, que fueron muy del agrado del público.

El siguiente día 28, a las diez, se celebró la Misa  mayor, concurriendo a ella las autoridades, casi todo el vecindario é innumerables personas forasteras que acudieron a rendir su acostumbrado culto al Santísimo Cristo de la Fe.

La Cátedra sagrada fue ocupada por el muy digno párroco de Santa Leocadia en Toledo, D. Ramón Molina, el que con expresión sencilla que estuvo al alcance de todo el auditorio, supo inculcar en el corazón de todos sus oyentes las innumerables gracias que el Santo Cristo de la Fe concede a quienes saben llevar con resignación cristiana los dolores, tristezas y adversidades que sufren en esta vida terrena.

A las cinco de la tarde se celebró el acostumbrado ofrecimiento, que dio admirable resultado. Acto seguido tuvo lugar la procesión con la Sagrada imagen por las principales calles de este pueblo, siendo la concurrencia tan numerosa como emocionante, pues enternecía el corazón de los demás ver a distinguidas jóvenes de esta localidad ir descalzas, otras con hábitos, en oferta que hicieron como agradecimiento obtenido del Santo Patrono, en la última epidemia de la gripe.

Seguidamente se verificó la entrada del Santísimo Cristo en la Iglesia, y aquí se patentizó más aún la gran fe que todos los concurrentes tienen en esta milagrosa imagen, puesto que este año ha sido el importe de la colecta doble que la de años anteriores; esto es debido indudablemente a la constante predicación y sanas enseñanzas que con su esmerado ejemplo nos da nuestro querido y nunca bien ponderado párroco D. Eleuterio Medina y Moreno, el que ha demostrado infinidad de veces tanto en el orden sacerdotal como en el orden social el gran amor que siente por su Cristo, por su Iglesia y por sus feligreses.

 En cuanto al templo, si bien por su aspecto exterior viendo las pocas casas que le rodean, parece iglesia de un pueblo rural, dentro de él siempre y más en el día de la fiesta, parece una Catedral pequeña. Sus altas bóvedas, sus grandes y bien adornados altares y especialmente el Mayor con el hermoso retablo de la Magdalena, patrona de esta parroquia, el Trono del Santo Cristo de la Fe, adornado profusamente de luces, plantas y flores que al efecto fueron colocadas por nuestro párroco, a todos los concurrentes invitaban a la devoción y hacían elevar su espíritu al Altísimo.

También daban mucho esplendor a la Iglesia dos bonitas y valiosas sabanillas de tul bordadas en oro que la virtuosa y acaudalada propietaria de este pueblo Dª. Alberta García de Fernández y su hija Dª Modesta Morales han regalado para el altar Mayor y el del Santo Cristo.

En resumen, que las fiestas religiosas se han llevado a cabo con toda solemnidad, y el público en general se ha divertido en cuanto cabe, sin que haya habido el más pequeño incidente desagradable, dando con ello este vecindario una prueba más de su sensatez y cordura."