Visitamos en esta ocasión la vecina localidad de Nambroca para recalar en uno de sus lugares más peculiares; desconocido, por otra parte, para la mayoría de los que no vivimos allí. Se trata de la Fuente Vieja que, en tiempos, estaba situada las afueras del pueblo, en dirección este; y que, hoy, se encuentra en el entorno de la prolongación de la zona residencial, junto a las principales equipaciones deportivas y educativas del pueblo. Aunque no se sabe muy bien el porqué de su denominación, se entiende que si ésta es la fuente vieja es porque en algún momento hubo otra nueva que la desplazó de su principal función, que se supone fue el abastecimiento de agua potable a la población; aunque parece que, en ciertas épocas, también contó con un pìlón para el ganado y que, en tiempos de la República, se hizo en ella un lavadero.
Se trata de una construcción de planta rectangular, excavada en la tierra, con muros de mamposteria de piedra y dos escaleras en uno de sus lados, a través de las cuales se accede al recinto, solado también con piedras de menor tamaño. A través de ciertas fotos antiguas hemos podido comprobar que este suelo no siempre ha mostrado este aspecto, desconociendo si se trata de un empedrado que haya sido realizado durante la última restauración que ha sufrido la fuente, o si, por el contrario, ha sido descubierto bajo la capa de tierra que cubría el recinto en dichas fotografías.
Lo que si está clara es la fecha de su construcción (año de 1702), así como que la misma fue costeada por los regidores de la localidad -a tenor de la inscripción que encontramos en una placa de granito-, por lo que parece obvio que su fin también debió de ser público y en beneficio de los moradores del lugar. Casi unos setenta años después se sometió a una primera restauración o, quizá, re-edificación, tal y como indica otra placa de mayor tamaño, lo cual da idea de la importancia que tendría esta fuente en esa época, que hasta su nuevo benefactor no quiso desaprovechar la oportunidad de inmortalizarse junto a los primeros (en este caso, a la entrada de la fuente, sobre un bloque de granito tallado, de mayores dimensiones).
"Siendo regidores deste lugar el jurado Martin de la Fuente i Manuel de Morales bezinos de Toledo se izo esta obra a su costa año de 1702"
"Se reedificó esta fuente reinando la magestad del señor Carlos III siendo regidor de este lugar (ilegible) de A(ilegible) Familiar del Santo Oficio de la Inquisición año de 1770"
En el interior, adosados a los lados laterales, sendos bancos de piedra o "poyetes" permiten el reposo a los que se adentran en el recinto de la fuente, inundado en esta ocasión por el agua de lluvia, como muestran las fotografías, cual si de una alberca se tratara; no porque ésta sea su función, sino debido a la obstrucción del desagüe habilitado al efecto.
Desde aquí, y después del alto en el camino, es posible continuar la ruta del Camino de Santiago del Sureste, tal y como se describe en el itinerario de la ruta GR-239 (señalizada justo al otro lado del pueblo, en dirección a Burguillos de Toledo), o en las propias Relaciones de Felipe II:
Desde aquí, y después del alto en el camino, es posible continuar la ruta del Camino de Santiago del Sureste, tal y como se describe en el itinerario de la ruta GR-239 (señalizada justo al otro lado del pueblo, en dirección a Burguillos de Toledo), o en las propias Relaciones de Felipe II:
"...El primer lugar que esta hacia poniente, es el lugar de Burguillos,
questa media legua pequeña por camino derecho..."
(Nambroca, 30 de enero de 1576)
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