Dos nuevos documentos nos van a permitir descubrir otros aspectos curiosos relacionados con la Plaza Concejo. En primer lugar, en este plano del año 1880 encontramos el origen del nombre que recibe esta plaza en la actualidad y que pudiera confundir respecto al verdadero significado que esta nueva denominación inspira. Porque realmente no se trata del lugar donde antaño pudiera reunirse el Concejo, o mejor dicho, los miembros del mismo. En realidad, su nombre primitivo era el de "Plazuela del Pozo del Concejo", es decir, que lo que podíamos encontrar en este lugar no era ningún edificio o lugar donde se reuniera el Concejo, sino un pozo perteneciente al mismo. Con el paso del tiempo y la economización propia del uso cotidiano del lenguaje se terminaría por simplificar aquella primitiva denominación, hasta convertirla en Plaza Concejo, más breve y cómoda de pronunciar.
El elemento que da nombre a esta plaza es, por tanto, el pozo que todavía puede contemplarse hoy en día. Situado en el mismo lugar donde se concibió, con su mismo brocal y la misma pila de piedra berroqueña que debió ser utilizada como abrevadero para los ganados y las caballerías. Aunque su tamaño tampoco parece que pudiera permitir calmar la sed de un gran número de animales al mismo tiempo, sobre todo cuando se arremolinaran, en torno a él, las reses de cualquier rebaño, por pequeño que aquel fuera.
Por ese motivo tampoco puede descartarse que su principal finalidad hubiera sido, también, el propio uso para consumo humano. Pese a que en casi todas las haciendas de Burguillos existía un pozo de similares características, debía cubrir alguna necesidad que desconocemos en este momento y se nos ocurre que, simplemente, atendía las mismas en una zona de descanso de los ganados del pueblo (o de paso de caminantes) y esa era su principal función. En cualquier caso, lo que parece obvio, es que habría sido perforado, por iniciativa concejil, para ese uso comunal o vecinal, y de ahí el nombre atribuido a la plaza.
El elemento que da nombre a esta plaza es, por tanto, el pozo que todavía puede contemplarse hoy en día. Situado en el mismo lugar donde se concibió, con su mismo brocal y la misma pila de piedra berroqueña que debió ser utilizada como abrevadero para los ganados y las caballerías. Aunque su tamaño tampoco parece que pudiera permitir calmar la sed de un gran número de animales al mismo tiempo, sobre todo cuando se arremolinaran, en torno a él, las reses de cualquier rebaño, por pequeño que aquel fuera.
Por ese motivo tampoco puede descartarse que su principal finalidad hubiera sido, también, el propio uso para consumo humano. Pese a que en casi todas las haciendas de Burguillos existía un pozo de similares características, debía cubrir alguna necesidad que desconocemos en este momento y se nos ocurre que, simplemente, atendía las mismas en una zona de descanso de los ganados del pueblo (o de paso de caminantes) y esa era su principal función. En cualquier caso, lo que parece obvio, es que habría sido perforado, por iniciativa concejil, para ese uso comunal o vecinal, y de ahí el nombre atribuido a la plaza.
Según nos cuenta Purry es de destacar que esta plaza también recibe el sobrenombre de "la Plazuela", desde hace mucho tiempo. Su madre María, que ya pasa de los noventa años, dice que en este pozo se daba de beber a los animales de tiro: caballos, mulas, borricos... y que el agua se utilizaba también para lavar la ropa, los cacharros y para el aseo personal. Para beber subían el agua de la fuente del Caño, donde también bebían las ovejas...
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