Cruz tumularia

Increíble ¿verdad? Menuda inscripción podemos encontrar en la jamba-guardacantón de este portón situado en la calle Lobo. Puede que lo que más llame nuestra atención sea la fecha que aparece en la misma y seguro que la asociamos al año de 1612, por lo que podríamos pensar que se trata de la fecha en que se instaló este elemento, y por tanto, la fecha de construcción del portón o del propio edificio. Pero cabe la posibilidad, también, de que no se trate del indicativo de un momento concreto, pues también podría leerse o interpretarse como " 1 6 I Z " o algo similar. La diferente tipología del 6 y el 2 y de los dos 1, así parecen evidenciarlo.

El otro elemento que forma parte de este grabado es una cruz situada justo encima de lo que parece la fecha y podría haber sido colocada para la bendición/protección de sus moradores, o bien, para atestiguar del origen religioso del mismo y/o de sus propietarios.  Sin embargo, lo habitual era situar dichas inscripciones encima de la puerta, o en el propio dintel, y no tan a ras de suelo y en lugar tan poco visible, por lo que no parece que su función fuera precisamente alguna de ellas. Si nos fijamos en la tipología de la cruz, se trata de una "cruz tumularia", lo cual aclararía con más exactitud el motivo por el que fue puesta allí

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Para ello, nada mejor que explicar lo que es una cruz tumularia y el significado de la misma. Este tipo de cruces cuentan con un túmulo en su parte inferior, de ahí su nombre. Para el escritor Manuel Palencia, autor de un artículo sobre este asunto (ABC, octubre de 2013), obedecen a una motivación religiosa, pero su origen proviene de muertes trágicas ocurridas, generalmente, por duelos de espada. Durante el Siglo de Oro, los duelistas eran excomulgados y no se podían pagar misas por ellos, de ahí la necesidad de sus familias de inscribir estas cruces en el lugar donde habían fallecido, para que cualquier persona caritativa, que pasara por delante, ofreciera una oración por su alma. Algo así como las cruces que encontramos hoy en día en las carreteras, allí donde ha habido un accidente mortal, sin que la persona o personas fallecidas hayan recibido los últimos sacramentos.