jueves, 26 de enero de 2017

La imagen corporativa

En un artículo anterior -publicado el 17 de diciembre pasado-, nos preguntábamos qué sería ésto. Pues bien, aunque no existe confirmación oficial, ya lo sabemos: la nueva imagen corporativa del Ayuntamiento. "Inspirada en la bandera del municipio", como se pone de manifiesto en la nueva página web (en construcción) que está elaborando el "activo" consistorio burguillano. Nos dicen también que el elemento principal de la bandera es una muralla hexagonal almenada, que es la que recoge la imagen corporativa. Pues miren, ¡no es así!, léanse bien la Orden de la Consejería de Presidencia y Administraciones Públicas del 18 de mayo de 2015 (mediante la cuál fue oficializada) y comprobarán que dicha muralla no es almenada, sino con torres en sus ángulos. Tampoco termino de ver las almenas en esta nueva imagen corporativa, aunque hay un detalle que me llama la atención: que estén de puertas para dentro. Claro que, más bien, parecen otra cosa, que ellos sabrán qué significado tiene, pero que tampoco nos quieren desvelar. ¡Menos mal que ya nos conocemos!

Parece que la obsesión del grupo municipal que ostenta la mayoría política en esta corporación, con el alcalde a su cabeza, no tiene límites. De lo contrario, no se entiende este empeño por cambiar todo aquello que está a su alcance y que es contrario a su ideología. A no ser que algún día nos den una explicación. Algo que echamos de menos cada vez que nos encontramos con actuaciones unilaterales como ésta. Si, al menos, estuviéramos debidamente informados o hubiera lugar para el debate, que no lo hay, evitarían que nos sintiéramos tan molestos y especulando sobre las verdaderas motivaciones que les mueven a hacer este tipo de cosas.

Pero, volvamos al hecho: Imagen Corporativa. ¡Qué bien suena! y ¡qué lindas palabras! En eso, sin duda, son unos maestros. Pero... ¿es qué acaso no teníamos ya unos símbolos municipales que nos representaban?, ¿era necesario cambiarlos?, y si era así ¿con qué criterio? y me pregunto también, ¿dónde está la transparencia en un procedimiento de estas características, del cual ni siquiera se ha informado a la población? Puedo entender su interés por modernizar la imagen corporativa municipal, con líneas más sencillas y suaves, o colores uniformes, como han hecho otros muchos ayuntamientos para adaptarse a los nuevos entornos comunicativos en los que nos movemos, o con el fin de conseguir un ahorro de costes a la hora de imprimir distintos soportes. Lo que no entiendo es que se modifique la esencia de un símbolo principal, como es el escudo de la localidad, que realmente sí nos inspira una sensación de identidad y pertenencia a nuestro pueblo de Burguillos de Toledo y que está basado en un rigurosísimo y contrastado estudio de nuestro pasado y de nuestros orígenes. Y, cómo no, sujeto a un proceso transparente, público y participativo, a la vez que democrático, aprobado en las diferentes instancias que marcaba la legislación vigente en aquel momento.

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