El debido rigor de la noticia

Nos habíamos habituado ya a que las crónicas que este periódico publica sobre nuestro pueblo (por cierto, siempre con el equipo de gobierno municipal como protagonista, ya sea directa o indirectamente) incidieran de manera sistemática en la misma falta de rigor que esta Asociación les viene requiriendo: la correcta utilización del nombre de nuestro pueblo. ¿Queréis que lo recordemos? Pues ahí va: Burguillos de Toledo.

Y resulta que, cuando por fin, lo habían conseguido, van y vuelven a cometer otra de sus torpezas. ¿De quien son estas imprecisiones? ¿son achacables a la dirección del periódico? ¿Culpa de sus redactores? O es que, acaso, ¿ni siquiera son ellos los que redactan esos artículos y se limitan a publicar lo que les envían? Si se trata de esto último ya nos gustaría tener a todos esas mismas oportunidades, por lo que, en cualquier caso, no hay más responsable que el propio equipo redactor de este periódico y su dirección, que así lo permiten.

Así que, basta ya de confusión. Nosotros no nos rendimos, por lo que seguiremos defendiendo lo nuestro. Lo auténtico. Lo genuino. Y continuaremos rechazando las adulteraciones o inexactitudes como ésta. Que ¿por qué lo digo? Pues ni más, ni menos, que por el broche (también habitual) con el que se vuelve a cerrar esta noticia -y eso que hasta ese punto tampoco lo habían hecho mal-. Paso a explicarme, por tanto:

Concluye la noticia que "El nombre de Burguilllos hace referencia a las pequeñas aldeas dependientes de la orden del temple que adquirieron relevancia con el paso del tiempo" y es aquí donde quiero detenerme y aclarar convenientemente tan tajante afirmación. Aunque lo primero que deberían haber hecho es poner en mayúscula las iniciales de las palabras Orden y Temple. ¡Eso como mínimo!

Pero reglas de ortografía aparte, me gustaría aclarar que semejante definición del topónimo Burguilllos carece de total y absoluta precisión científica, al menos hasta la fecha y con las conclusiones de los numerosos estudios de tan prestigiosos historiadores y lingüistas que así lo demuestran. Atreverse a decir que el término Burguilllos esté necesariamente relacionado con la Orden del Temple me parece una aberración, por lo que no me queda por menos que indicarles a estos periodistas que ¡han oído campanas y no saben de dónde!. A partir de ahí, les pediría que repasen un poco la historia de cada uno de estos tres pueblos y revisen sus conclusiones. Pero eso sí, la próxima vez que lo hagan antes de publicar nada y confundir a nuestros vecinos. No creo que ellos, ni tampoco nadie que lea este articulo, se merece ser confundido por la falta de rigurosidad de lo que en él se cuenta.