Llegan nuestras fiestas patronales, época de confraternidad y diversión por autonomasia, en el que cobran fuerza y representatividad los mayores exponentes de nuestra identidad. Son las primeras tras el último cambio de corporación municipal, aunque los responsables de la concejalía de Cultura y Festejos de la anterior pertenecían a la misma fuerza política (recordar que el gobierno saliente fue compartido por dos grupos municipales, gracias al acuerdo entre ellos), pero ya se observan los primeros cambios, no tanto en la propia concepción de las fiestas en sí, sino en la forma de prepararlas y organizarlas.
Empezando por el programa, que adopta nuevas dimensiones, pasando a DIN 5, pero con un estilo muy marcado y el escudo municipal identificado en todas las páginas.
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