domingo, 1 de octubre de 2023

Siglos XI, XII y XIII

CRONICAS DE NUESTRO PUEBLO

Es obvio que el pasado agrícola de los lugares circundantes a Toledo es el origen de nuestro pueblo y del resto de poblaciones que en su día comprendían la jurisdicción de su “campana”, considerados arrabales de la ciudad durante largo tiempo.

Las fuentes escritas medievales nos permiten reconstruir el pasado de Burguillos a partir de la reconquista de la ciudad a los musulmanes por parte de Alfonso VI (año del 1085), al iniciarse un periodo de consolidación del territorio al que dieron continuidad los siguientes sucesores a la Corona.

Aparecen entonces una ingente cantidad de transacciones, ventas y operaciones relacionadas con estas tierras, documentadas en una serie de títulos y escrituras otorgadas por sus diferentes propietarios. La mayor parte de ellos no renuncian a continuar avecindados en la ciudad, para gozar así de los privilegios que los reyes castellanos concedieron tanto a los francos y los venidos de las tierras del norte, como a los mozárabes que habían permanecido en época musulmana. Ávidos de mejorar su posición económica y social, explotarían aquí prósperas heredades llamadas a abastecer a los habitantes de Toledo. Una producción agrícola cercana y más versátil de conducir a la ciudad y que, además, iba a estar libre de los impuestos de “portazgo” o “pontazgo” y protegida de cualquier otra que pudiera venir de más lejos.



Algunos de estos documentos son los que nos permiten empezar a reescribir la historia de Burguillos. En algunos casos sólo hacen referencia a enclaves rurales del entorno, que estaban y están relacionados con el término municipal actual, y cuya identificación lo permite el hecho de que, aún hoy en día, sigan manteniendo el mismo nombre o denominación que tenían entonces.

El mismo Alfonso VI poseería unas viñas propias en la denominada como “villa Setina”, las cuales terminaría donando al cabildo catedralicio en el año 1086. Algunos historiadores asocian el término con la finca de Sielma, hoy más conocida como Casa Meca, por lo que éste sería el documento más antiguo que refleja tierras del término municipal. Sin embargo, y a falta de constatación, habría que dejarlo en duda.

Es a partir de mediados del siglo XII cuando aparecen ya las primeras referencias más firmes y constatables (años 1152, 1176 y 1194). Se refieren todas ellas al pago de Fontalba, término que también podría confundirse con otro del mismo nombre que existía en la comarca de La Sagra, pero en uno de estos documentos aparece claramente diferenciado de aquel, ubicándolo en término de La Sisla. Se trata de una donación que el rey Alfonso VIII hace de esta tierra -con todos sus derechos, montes y fuentes, prados y pastos, entradas y salidas- a Miguel Domínguez. En el privilegio rodado se describe claramente su situación, “al otro lado del Tajo  y cerca de Burguellos”, por lo que se trata del primer documento escrito conocido en el que también aparece el nombre del pueblo propiamente dicho.

En los albores del siglo XIII se constata ya la existencia de una iglesia dedicada a Nuestra Señora de Burguillos (año 1209), lo cual podría haber sido indicativo de la presencia de población estable, pero el lugar en el que se erige está alejado de la población actual y no hay indicios de otras construcciones en sus inmediaciones.



Sin embargo, es a partir aquí cuando las referencias explícitas a Burguillos son más numerosas (años 1274, 1275, 1278, 1279, 1280 y 1287). Así, en la primera de ellas se alude a Domingo Mínguez (el Pastor) y a su esposa doña Elvira, como residentes en la alquería de Burguellas, que se conforma así como la primera referencia escrita relativa a Burguillos que conocemos;  no sólo como lugar, sino también como pueblo, caserío o enclave de población.

También es de destacar en esta época el número de referencias a “Sielma”. En algunas de ellas, incluso, se le da el carácter de alquería, es decir, como algo más que una casa de labor y con una cierta entidad de población, independiente a la de Burguillos.

En definitiva, al menos desde esta época ya existía un asentamiento perfectamente identificable con Burguillos. Y, aunque es sabido que se conformaba con unas características urbanas propias (a modo de haciendas independientes unas de otras), ya ocupaba el emplazamiento actual. Además, en una fecha comprendida en este mismo periodo (siglos XII-XIII), habría de comenzarse la construcción de la iglesia de Sta. María Magdalena, lo cual también es indicio de la consolidación de la población en este lugar.

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