El otro día os dábamos un avance de cómo asomaba la primavera en Burguillos, con mucho verde y suelos salpicados de amarillo. Hoy, oficialmente, ¡es primavera! y lo más destacable -además de esos tonos verdes y amarillos-, han sido unos extraordinarios cielos azules, surcados durante la tarde por infinidad de nubes blancas y algodonadas, que deja la borrasca de ayer. Fruto de las abundantes lluvias caídas durante estos últimos días, corren esos pequeños regueros, intermitentes, que raramente podemos observar durante otros inviernos más secos y fríos. Este paraje es conocido como Peña del Chorro, ya que el reguero, al poco de nacer, tiene que salvar una enorme roca metamórfica de las muchas que afloran aisladamente por nuestros alrededores. Desde aquí desciende hasta desembocar en el arroyo de la Rosa.
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