En publicaciones anteriores hemos hablado de puertas desconocidas o semi-ocultas, de otra re-descubierta y de una más casi a punto de desaparecer. Ésta, no es ni una cosa, ni ninguna de las otras, pero viene a ser casi un compendio de todas ellas. Y paso a explicarme. Aunque, a ciencia cierta, mucha gente desconoce si es una puerta o, incluso, un arco de triunfo, se trata de una obra de nueva traza, como homenaje o testigo de lo que en este lugar hubo en su momento. Solamente, por ese fin, tiene su mérito. Además, para los burguillanos, y por el hecho de encontrarse en la Plaza de la Constitución, justo delante de la iglesia, ya ha pasado a ser un elemento urbano, tan cotidiano, como si siempre hubiese estado presente. Además, es de agradecer lo acertado de la utilización del ladrillo en su construcción, permitiendo que pueda integrarse en el entorno sin romper con el aspecto del edificio principal que preside esta plaza, y que no es otro que la propia iglesia parroquial.
En el año 2003 el Ayuntamiento compró un solar colindante con la iglesia (hasta entonces llamado "el corralón") para la ampliación de la plaza de la Constitución, que adquiriría, de esta forma, su fisonomía actual. De este solar, quedaban unas enormes tapias encaladas, los restos del torreón de lo que fuera un caserón, lindante con la prolongación de la calle Palma, y una portada anexada al lado derecho de la iglesia, junto al cuarto de la escalera de subida a la tribuna. Además, todo indica que en este mismo punto había un pozo o un acceso a unas cuevas cuyas galerías deben extenderse por una buena parte del subsuelo de la plaza.
Esta antigüa portada daba acceso al patio de la hacienda, la cual no parece que tuviera una función propiamente agrícola, pero sí pertenecer a una familia acomodada, que pudiera tener diversas propiedades por el término, y en cuya casa servían algunos de los vecinos de Burguillos. La portada estaba coronada por dos pináculos, de los que sólo se conservaba uno de ellos.
Con las obras de ampliación, todas estas paredes fueron derruidas y el solar pasó a formar parte del nuevo espacio que conforma la plaza. De aquella primitiva portada se recuperaron diversas piedras de granito y se reutilizaron para reedificar aquella puerta en la plaza, no muy lejos de la anterior. Aquellas piezas originales podemos verlas tanto en sus jambas, como en la parte superior de la nueva, inaugurada en el año 2006.
En el año 2003 el Ayuntamiento compró un solar colindante con la iglesia (hasta entonces llamado "el corralón") para la ampliación de la plaza de la Constitución, que adquiriría, de esta forma, su fisonomía actual. De este solar, quedaban unas enormes tapias encaladas, los restos del torreón de lo que fuera un caserón, lindante con la prolongación de la calle Palma, y una portada anexada al lado derecho de la iglesia, junto al cuarto de la escalera de subida a la tribuna. Además, todo indica que en este mismo punto había un pozo o un acceso a unas cuevas cuyas galerías deben extenderse por una buena parte del subsuelo de la plaza.
Esta antigüa portada daba acceso al patio de la hacienda, la cual no parece que tuviera una función propiamente agrícola, pero sí pertenecer a una familia acomodada, que pudiera tener diversas propiedades por el término, y en cuya casa servían algunos de los vecinos de Burguillos. La portada estaba coronada por dos pináculos, de los que sólo se conservaba uno de ellos.
Con las obras de ampliación, todas estas paredes fueron derruidas y el solar pasó a formar parte del nuevo espacio que conforma la plaza. De aquella primitiva portada se recuperaron diversas piedras de granito y se reutilizaron para reedificar aquella puerta en la plaza, no muy lejos de la anterior. Aquellas piezas originales podemos verlas tanto en sus jambas, como en la parte superior de la nueva, inaugurada en el año 2006.
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