Fiel a la tradición, la vecina localidad de Ajofrín ha celebrado, en el día de hoy, su anual romería a la ermita de Alimán. Fiel a su cita también: el martes siguiente al domingo de Resurrección. Y cómo no, con su venerada y diminuta imagen de la Virgen de Gracia, de singular devoción en este pueblo. Este año hemos podido comprobar las múltiples mejoras que esta -también- pequeña ermita, luce en su fisonomía, tanto externa como interna.
Por lo pronto, y lo más llamativo, su remozada espadaña, que ha sido retundida de cemento blanco, mejorando el aspecto de su rojizo ladrillo, degradado ya por el azote continuo del viento, en este paraje tan abierto y despoblado.
A la que hay que añadir el azulejo de cerámica que se ha colocado en la fachada, sobre la puerta de acceso a la ermita, con la imagen de su patrona, la Virgen de Gracia, en el momento en que se apareció al pastor Magdaleno. La pieza ha sido protegida con un tejaroz de madera, bajo el cual se ha colocado también un farolillo.
Efectivamente, su interior también ha sufrido cambios con relación a la última visita que hicimos a esta ermita, con motivo de la romería del año 2012. En esta ocasión, y además de los tonos azules con que ha sido pintado el zócalo de este reducido recinto -donde lo más destacable sigue siendo su techo de madera en forma de artesa invertida, o lo que comúnmente conocemos como artesonado, aunque en este caso sin adornos- nos encontramos con un pequeño retablo de madera en el frontis, en tonos azules y arquitectura próxima a un estilo neogótico, poco definido, que ha desplazado a uno de los laterales, a la sencilla cruz de madera que anteriormente presidia este altar.
Y, sin duda, y aunque sólo sea circunstancialmente y con motivo de esta celebración, la protagonista de esta ermita sigue siendo la minúscula imagen de la Virgen de Gracia que se desplaza hasta aquí, en una custodia de plata, para que sea venerada durante todo el día por los numerosos romeros que acuden a visitarla y a tocar la campana del santuario, como prueba de su presencia aquí, en esta fecha tan señalada para ellos.
Cuenta la tradición que la Virgen de Gracia, donde realmente se apareció al conocido como pastor Magdaleno, fue en los montes de Toledo, cerca de San Pablo de los Montes. Corría el año 1262, y el pastor acudió jubiloso a comunicar la aparición de la Virgen en los pueblos de Menasalbas y Cuerva, pero allí no le creyeron. Desconsolado, acudió a Ajofrin, donde recibieron la buena noticia con júbilo, deciendo costear la edificación de una ermita en su honor, en el lugar en el que había aparecido.
El 23 de junio de 1834, la imagen fue trasladada definitivamente a Ajofrin, desde su ermita, con el fin de evitar que fuera destruída durante la guerra. En el año 1849, según el Diccionario geográfico estadístico de Pascual Madoz, la parroquia y el ayuntamiento de Ajofrin ya celebraban la romería en Alimán, llevando procesionalmenteca la Virgen hasta este enclave.
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