El próximo día 4 de diciembre se celebra la festividad de Santa Bárbara, muy popular en algunos lugares (como la misma cudad de Toledo, donde tuvo ermita propia -reconvertida posteriormente en la iglesia del barrio al que da nombre-, o en lugares más alejados, como La Puebla de Montalbán).
Hoy no existe ninguna devoción por esta Santa en nuestro pueblo, Burguillos de Toledo, pero sí la hubo, al menos, durante el siglo XVIII, según varios documentos que así lo atestigüan. Hasta ahora contábamos con una unica referencia en este sentido, pero muy categórica: el catastro de la Ensenada (imagen superior), donde se da cuenta de las festividades que se celebraban en nuestro pueblo a la fecha de su redacción (año de 1751). Reconozco que este dato tan aislado llegó ha hacerme desconfiar de su veracidad y durante mucho tiempo no logré encontrar ningún otro documento que refrendara la certeza del mismo. Hasta que tuve en mi poder otra fuente contemporánea al catastro de la Ensenada que, esta vez sí, nos permitiría confirmar lo declarado en el catastro. Se trata, incluso, de una relación mucho más esclarecedora, al poder contar con otros datos adicionales que lo confirman y aclaran convenientemente.
Esta información proviene del denominado Censo del Conde de Aranda, Presidente del Consejo de Castilla y Secretario de Carlos IV, en el cual se incluyó una Relación o Estado de las Cofradías, Hermandades y Congregaciones religiosas existentes en España a finales del siglo XVIII. El objeto de este informe era fiscalizar estas corporaciones, al objeto de controlar y reducir su número, por entender que sus gastos superfluos eran excesivos.
El expediente correspondiente a la provincia de Toledo se completó en el año 1773 y contenía, como no, los datos de las cofradías y hermandades existentes en Burguillos de Toledo. El documento no sólo detallaba el nombre de las citadas congregaciones, o a la advocación a la cual estaban encomendadas, sino también el número de funciones religiosas anuales que celebraban, el presupuesto de gastos anuales (en reales), las Rentas Propias con las que contaban y la autoridad que había aprobado su creación, por lo que nos aporta una información muy valiosa para analizar.
De ambos documentos lo que se extrae, claramente, es que, independientemente de otras festividades religiosas como el Corpus (a cargo de la cofradía Sacramental) o la romería de Nuestra Señora de Burguillos, que serían las más costosas según el censo, las fiestas municipales que sufragaba el Común, Concejo o ayuntamiento, eran las de San Pantaleón y Santa Bárbara. A esta conclusión se llega a través de la respuesta a la pregunta número veinticinco del catastro, en la que se dice que los gastos municipales que tenía que satisfacer el Común eran los del escribano (200 reales anuales), el maestro de primeras letras (205 reales) y las fiestas de San Pantaleón y Santa Bárbara (640 reales). El Censo de Aranda nos aporta el resto de datos para reforzar esta afirmación, puesto que en él podemos observar que su creación es de carácter Real, en lugar de eclesiástica, y que cuenta con 30 Reales de rentas propias. No puedo ampliar más datos sobre esto último, ya que bien pudiera ser una asignación que tenía establecida a modo de donación, memoria o capellanía. Lo que sí llama la atención en este documento es el número de funciones religiosas que ambas fiestas tienen asignadas: un total de cinco, que contrasta con las del resto de celebraciones (un día por cada una de ellas). Destacar también, que en el Censo se habla de la función de manera aislada (o fiesta, que diríamos ahora), por lo que queda claro también que no existía ninguna cofradía o hermandad a su cargo, al ser de carácter municipal.
Finalmente, existe otro dato aislado que nos facilita noticias a cerca de la celebración de la festividad de Santa Bárbara. Se trata de la solicitud del permiso para la celebración de la fiesta del año 1779, que se conserva en el Archivo Diocesano de Toledo. A partir de aquí, no hemos vuelto a encontrar documento alguno sobre este asunto, por lo que se desconoce cuándo dejó de celebrarse esta festividad y por qué.
Contamos, sin embargo, con el testimonio de la "tía "María", nacida precisamente el día de Santa Bárbara de 1919. Fue bautizada con el nombre de Bárbara María. porque en el momento en que vino al mundo pasaba la procesión de Santa Bárbara y San Pantaleón por delante de la casa sacerdotal, donde residía su madre y la familia de ésta, porque allí prestaba sus servicios como criada. Recuerda, además, que esta festividad y la correspondiente procesión se seguian celebrando cada año, hasta que en la guerra civil fuera destruída la iglesia y las imágenes sagradas, entre las que se encontraría la de Santa Bárbara.
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