El Ayuntamiento de la localidad continúa empeñado en hacer uso de su denominada "imagen corporativa" desde las pasadas navidades y ya no sólo la considera una imagen sustitutiva de los símbolos oficiales, sino que se permite el lujo de darnos explicaciones en diferentes medios de difusión de su responsabilidad, como la nueva página web o el boletín municipal de reciente salida a la luz y del cual tendremos que dar cumplida cuenta en una próxima entrega. Nos cabe la duda de si se han dado las mismas explicaciones en el Pleno Municipal y, de confirmarse o no, sería interesante conocer qué piensan los grupos de la oposición sobre este asunto y la actitud que van a adoptar al respecto. La Asociación Amigos del Patrimonio, conforme dictan sus Estatutos, debe seguir defendiendo el legado cultural de nuestro pueblo y aquello que forme parte de su identidad, mientras no exista una medida de carácter oficial, y debatida democráticamente, que sustituya los símbolos municipales reconocidos como tales hasta el momento.
Y el debate debería ser el mismo. Si el Ayuntamiento ha decidido crear una nueva identidad corporativa que le represente, deberíamos preguntarnos qué es lo que realmente quiere transmitirnos con estos signos visuales. Porque, por definición, eso es lo que busca una imagen de marca o imagen corporativa, como ellos textualmente la denominan: reflejar una cultura corporativa, una idea, unos valores, una forma de hacer. Y, en este caso, si se cambia el orden actual es porque algo nuevo debe de haber y lo anterior ya no les sirve. No convence que traten de trasladarnos la idea de que está inspirada en la bandera oficial del municipio. Inspirada sí, pero no fiel a lo que aquella representa. Además, ¿por qué no se han inspirado también en el escudo oficial de la localidad?
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