Y esto es lo que nos encontramos al día siguiente. Nada que ver con el cielo azul y el día soleado de la romería de San Blas. La verdad es que las previsiones ya anunciaban una intensa nevada a primeras horas de la madrugada. Se retrasó hasta el amanecer, pero su intensidad superó en pocas horas todas las previsiones, cubriendo los campos y los montes próximos a Burguillos de Toledo.
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