En esta toma cenital puede observarse a la perfección la cimentación del ábside curvo que tenía esta ermita, de casi un metro de ancho y fabricado a base de piedras que aún son visibles. El resto del trazado puede intuirse. En su día estuvo delimitado por unos escalones que se situaban en el pórtico de la ermita y que hoy han desaparecido, pero de los cuales se conservan algunas fotografías.
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