domingo, 28 de febrero de 2021
sábado, 27 de febrero de 2021
Separata Curas de Burguillos
domingo, 21 de febrero de 2021
Nueva oportunidad
Así se anunciaba esta constructora en el año 2007 en los programas de Semana Santa, Corpus Christi y Ferias y Fiestas de la ciudad de Toledo. Qué duda cabe que sus principales clientes habían de venir de entre lo mejor de la ciudad: funcionarios, médicos, enfermeras... Su ubicación, una de los mayores y mejor acondicionados ensanches de la localidad, junto al Mercadona, en un entorno privilegiado y a tan solo diez minutos de Toledo.
Su intención era la de desarrollar otro ambicioso proyecto inmobiliario en Burguillos de Toledo (más de 150 unifamiliares pareados dos a dos), tomando el relevo de promotoras anteriores como Gilcam Construcciones, que desde 1995 había construido en el pueblo más de 350 viviendas. Sin embargo, el 22 de septiembre de 2011 esta mercantil, con domicilio social en Toledo, se declaró en concurso de acreedores, ante la imposibilidad de atender sus compromisos, y un gran número de sus atractivas viviendas se quedaron paralizadas durante vatios años. La mayor parte semiterminadas o en un avanzado estado de construcción y una veintena en estructura.
Desde hace un par de años son dos constructoras las que han retomado la reconstrucción de estas viviendas que quedaron en estructura. Una nueva oportunidad para estas estupendas edificaciones y una de las urbanizaciones mejor proyectadas del municipio, con una gran cantidad de bulevares y zonas ajardinadas.
viernes, 19 de febrero de 2021
Empecemos por los principios (III)
Aunque la raiz del actual topónimo de Burguillos es de clara procedencia germánica (-burg), cabe preguntarse cuándo y cómo se empezó a utilizar este término para nombrar a la población, pues de esta manera podría aclararse también cuáles fueron sus orígenes o la época en que se configuró como un asentamiento estable y permanente.
Hemos podido comprobar que el primitivo vocablo -burg, procedente de las lenguas germánicas, se introdujo en el latín vulgar (el que hablaba la gente), que lo redenominó burgus, y que evolucionó a lo largo de los diferentes periodos que van desde la Antiguedad Tardía (s. III a s. V) hasta la Baja Edad Media (siglos XIV y XV), dejando también su impronta como vocablo en las diversas lenguas romances que nacieron de ese mismo tronco común, el latín.
Y hemos visto, cómo se adoptaba el término burgo o la propia partícula primitiva burg para nombrar a diversas ciudades y poblaciones, cuya característica común era la presencia de un castillo o de una torre.
Si un burg o burgus de la Antiguedad Tardía (siglos. III a V) era una torre fortificada o un fuerte con forma de torre para control de vías o carreteras, se denominaría burgo al castillo construido en la Alta Edad Media (siglos V a X), como avanzadilla o puesto de vigilancia y que, por extensión, se aplicó también a las poblaciones que se desarrollaron en torno al mismo.
Sería razonable, entonces, que en el caso de Burguillos hubiera existido también alguna torre en las inmediaciones, en torno a la cual se formara el pueblo. Como también sería lógico pensar que el pueblo y su apelativo procedieran de la época en que más generalizada fue su utilización, es decir, a lo largo de la Antiguedad Tardía (siglos II a V).
Burgui - Burguiellos
Sin embargo, el documento escrito más antiguo que se conoce sobre Burguillos data de 1176. En él, la denominación utilizada para nombrar a la población es Burguellos, por lo que cabría preguntarse si esta palabra realmente deriva de los términos burg y burgus (cosa perfectamente factible) o si, por el contrario, procediera de la forma en plural de la propia palabra burgus, que sería burgui. Con el significado, etimológicamente hablando, de la presencia de más de una torre o castillo, o de varias poblaciones de poca entidad a las que se daría nombre de manera agrupada.
Sobre lo primero (torres o castillos) no tenemos ninguna evidencia arqueológica que hubiera llegado a nuestros días y que pudiera corroborarlo. Sí es común, por otra parte, encontrar vocablos con alusión a edificaciones similares en diferentes parajes del término municipal: Torremocha, Los Torrejones, La Atalaya....
Por otra parte, habría que pensar en si esas torres eran necesariamente de carácter defensivo o si pudiera tratarse de elementos de otra índole, como torres acuarias que se encontraran a lo largo de la conducción romana de aguas a Toledo, que se alimentaba del arroyo de la Rosa, o de los muchos palomares que durante la Edad Media poblaban este territorio y que se asemejan a pequeñas torres.
Respecto a la posibilidad de que el término no aludiese a esas construcciones, sino a algún tipo de población asentada en este lugar, lo cual parece más probable, induce a pensar que el pueblo no se conformaba como un núcleo compacto y uniforme, sino que quizá se tratara de varias haciendas o casas de labor cercanas entre sí, pero artículadas en torno a un patio interior y cercadas con sus propios muros. De ahi su aspecto de independencia respecto unas de otras (burgus o, en este caso, burguillos).
A semejanza de las villae romanas, en su interior albergarían diferentes aposentos residenciales para el señor y sus sirvientes, y las construcciones relacionadas con la explotación agrícola (cuadras, establos, corrales, graneros, horno, molino, almacenes...). De hecho, así ha llegado la fisonomía del pueblo con sus casas solariegas hasta el propio siglo XX.
La anterior presencia romana, por otra parte, no es descartable en el término, no sólo por su riqueza agrícola y cercanía a la ciudad, sino también por la presencia de caseríos como Fontalba o Sielma que parecen tener un claro origen en dicha época.
miércoles, 17 de febrero de 2021
Proteger el patrimonio
Como la sociedad actual lo considera valioso, ha aprobado normas que intentan protegerlo, estableciendo, en el caso de que pudiera verse afectado por la actividad constructiva o urbanizadora, soluciones que permitan compatibilizar el desarrollo de la vida moderna y la preservación, en función de su importancia o valor.
La valoración del patrimonio es una cuestión social. Es decir, es preciso que sea previamente declarado o inventariado (salvo el arqueológico, ya que todo él está protegido sea cual sea su condición o ubicación), que la sociedad decida protegerlo.
Existen diferentes niveles legales de protección según la Ley de Patrimonio Histórico Español. El máximo es declararlo Bien de Interés Cultural, en alguna de sus categorías: Monumentos, Jardines Históricos, Conjuntos Históricos, Sitios Históricos y Zonas Arqueológicas.
Isabelo Sánchez Gómez, 14/02/2021 (toledodiario.es),
martes, 16 de febrero de 2021
lunes, 15 de febrero de 2021
sábado, 13 de febrero de 2021
jueves, 11 de febrero de 2021
Empecemos por los principios (II)
Burg - Burgus - Burgo
El primitivo vocablo germánico burg seguiría utilizándose en Europa
Central, lugar de sus orígenes y evolucionaría como Bourg en Francia, Borgo en Italia, Burgh en Escocia o Borough y otros términos en el mundo
anglosajón.
En la Alta Edad Media (s. V a X) se consideraba Burgo a un castillo construido
por un señor feudal con fines puramente militares, como avanzadilla o como
puesto de vigilancia fronteriza. Por extensión se aplicó el nombre de burgo a
las poblaciones que se pudieran desarrollar en torno a estas construcciones.
La relativa seguridad que daba a mercaderes y artesanos (tanto física como
jurídica) hizo que fueran convirtiéndose paulatinamente en poblaciones
florecientes.
En la Baja Edad Media (siglos XIV y XV), periodo de revolución urbana y comercial desde mediados del siglo XII, se aplicaría el nombre de "burgo" a los barrios formados en torno a un mercado o fuera de las murallas de las ciudades preexistentes.
Bürguer es la palabra alemana
que designa a "ciudadano", el cargo de bürgermeister (burgomaestre)
es el equivalente a alcalde y el título de burggraf se
aplicaba a quien ejercía el señorío sobre una ciudad.
En el centro histórico de la ciudad belga de Brujas se localiza la denominada Plaza Burg, que antiguamente fue una fortaleza amurallada que con el paso del tiempo fue adquiriendo una función civil y religiosa y despojándose de sus muros, pero que aún conserva su nombre.
En Francia, se usa la denominación bourg para un tipo de
población rural, de menor tamaño que una ville, que ejerce de
mercado comarcal. En este país son muy abundantes los topónmos Bourg o Bourges
o derivados como Cherbourg.
En italiano se utiliza la palabra borgo para designar una
parte de la ciudad de Roma y en inglés, borough se utiliza
para indica una división administrativa o circunscripción, similar al municipio.
El sufijo -borough se usa en el nombre de muchas ciudades británicas.
Y, por supuesto, en la península ibérica y sus reinos cristianos también se usó el término burgo de manera generalizada para designar una ciudad entera o parte de ella. Sobre todo en Castilla: Burgos, Burgo de Osma, Burgohondo, Burgo de Santiuste... Aunque también en Aragón y Navarra, los condados catalanes o el propio Portugal. Igualmente, en Galicia hay tres localidades llamadas "Burgo" y en Málaga otra denominada El Burgo.
domingo, 7 de febrero de 2021
sábado, 6 de febrero de 2021
Empecemos por los principios (I)
Un burgus o turris ("torre") es un pequeño fuerte en forma de torre de la Antigüedad Tardía, (siglo III a siglo V) que a veces estaba protegido por un muro o una fortificación menor y zanjas circundantes. Darvill lo define como "una pequeña posición fortificada o torre de vigilancia que generalmente controla una vía principal".
Burgus fue un término utilizado en el período posterior
del Imperio
Romano, y particularmente
en las provincias germánicas.
Durante la época romana, el término que se daba a fortificaciones similares
era el de "castellum". Se trataba de torres romanas o pequeños
fortines utilizadas como torres de vigilancia o estación de señales.
El significado de ambos términos, por tanto, es el mismo, designando un mismo tipo de edificaciones, pero su utilización corresponde a épocas o momentos de tiempo diferentes.
Desarrollo y función
A partir del año 369 d. C., bajo Valentiniano, se puso en marcha un extenso programa de construcción de fortalezas en las
fronteras del Imperio, para defenderse de la creciente presión de los pueblos "bárbaros". Esto implicó la construcción de torres
rectangulares de dos pisos (en promedio de 8 a 12 m de ancho y 10 a 12 m de
alto), los llamados fuertes residuales (en alemán: Restkastellen),
en los campamentos situados en dichos límites fronterizos (limes) que
ya habían sido despojados en gran parte de sus complementos. y graneros (horrea) previstos
para las tropas fronterizas.
Estos burgus eran
esencialmente un desarrollo de las torres de limes del período
imperial medio y consistían, en el caso de los ejemplos más grandes,
en una estructura central en forma de torre y fortificaciones exteriores
(una muralla, muralla defensiva, o empalizada;
rodeada de varias acequias). Un rasgo conspicuo de los
edificios de este tipo de la Antigüedad tardía es el importante aumento de
tamaño de la torre central. La mayoría de estas nuevas fortificaciones
fueron abandonadas o destruidas aproximadamente a mediados del siglo V.
Los burgus se erigieron a lo largo de los ríos fronterizos y a lo largo de las carreteras principales, donde es probable que se hayan utilizado para la observación, como posiciones avanzadas o como señalización. Los edificios como torres de vigilancia más pequeñas, fortalezas (castella), refugios civiles en propiedades y muelles fortificados para botes fluviales, especialmente en el Alto Rin y el Danubio, también se llamaron burgus.
Las tropas de estos puestos realizaban tareas policiales en las carreteras y velaban por el mantenimiento del orden público en las aldeas. El burgus podría controlar el movimiento en carreteras o ríos, o servir en emergencias como lugares de retiro. Las torres más grandes, como la de Asperden (Alemania) -abajo-, probablemente sirvieron como refugios para la población circundante y como graneros.
Un tipo especial de burgus contenía un desembarcadero en el río. Además de un edificio rectangular cerca de la orilla del río, estos tenían paredes almenadas que se extendían hasta o hacia el río como tenazas, protegiendo así un embarcadero o bahía de atraque para cargueros y lanchas patrulleras
Etimología. Origen del término
Burgus es una palabra latina (burgi en plural), usada desde finales del siglo II, pero
más común en la antigüedad tardía (siglos III a V), y derivada de las lenguas
germánicas; está relacionado con el
griego pyrgos. Se refiere, como hemos visto, a una torre fortificada, a veces
diseñada para la observación.
Su etimología comparte la raíz indoeuropea bhɹgh- ("alto" o "elevado") con la céltica briga- ("ciudad" o "fortaleza") o la tracia bria- ("ciudad"). El primitivo vocablo germánico es bŭrgs, evolucionando en el bajo latín que se hablaba en el imperio romano hacia el redenominado burgus.
Según Menéndez Pidal, debió haber existido cruce de género gramatical y de significado entre el germánico burgs, femenino, con el significado de “ciudad, castillo”, y el griego πυργο [pyrgo], masculino, “torre, ciudadela”. El mismo autor localiza el uso del término en un autor latino del siglo IV, Vegecio: castellum parvum quem burgum vocant.