sábado, 29 de marzo de 2014

La escalera del coro


Durante el siglo XVII se acometieron obras de reconstrucción de la primitiva iglesia parroquial de Santa María Magdalena, debido al estado de ruina en que se encontraba. Entre 1713 y 1724 se completaron con la demolición y remodelación de la parte superrior de la torre-campanario que conocemos en la actualidad, pero aún faltaba un elemento por concluir: el anejo de la parte derecha de la nave, que alberga la escalera de subida a la tribuna.

Sin duda, se trata de un elemento posterior a la construcción del edificio principal, pues ya en 1691, el visitador del Arzobispado de Toledo, aunque dejaba claro que la iglesia no necesitaba de reparos, al haberse reedificado recientemente, sí matizaba que, precisamente, faltaba por hacer la escalera para la tribuna.

Es obvio que los elevados costes de ejecución material de estas obras generaban dificultades de financiación en una población de tan corto vecindario, aunque en la misma tuvieran sus haciendas importantes hacendados de la ciudad, que también contribuían con sus piadosas aportaciones. Por eso se iban acometiendo poco a poco, y dando prioridad a aquellas situaciones en que la urgencia así lo requería. Además el pueblo contaba, en aquel momento, con otras dos iglesias que también precisaban de su correspondiente mantenimiento (Nuestra Señora de Burguillos y la ermita de San Pedro, esta última ya desaparecida).

Desconocemos, exactamente, cuándo se llevó a cabo la construcción de este anexo de la iglesia, pero disponemos de un dato que nos permite conocer a partir de cuándo. Se trata del año 1721. Por aquel entonces existía una agrupación de vecinos en torno a la advocación del Cristo de la Veracruz, que formaba una "soldadesca". Su fiesta principal se celebraba  el día de la Cruz de Mayo en la ermita de Ntra. Sra. de Burguillos, destinando el dinero que recaudaban, con motivo de la misma, a la reparación y mantenimiento de la ermita. Según datos de esta cofradía, entre 1712 y 1720, fue necesario reparar los tejados de la ermita y de la casa del santero, así como levantar un cuarto nuevo, empleándose los ofrecimientos de estos años para este fin. Sin embargo, en el año 1721 ya habían concluido aquellas obras y decidieron aplicar los 152 Reales recaudados en la fiesta de ese año, para la futura construcción de la escalera de subida al coro de la iglesia, que aún no había sido construida.

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