martes, 30 de diciembre de 2014

Pregón 2011 (1ª parte)

         
… la historia comienza así… era un jueves y estaba yo cenando tranquilamente con dos amigas, cuando de pronto me suena el teléfono y es Mariano, nuestro alcalde, proponiéndome ser el pregonero de las Fiestas de este año. Naturalmente y de forma impulsiva respondí que no, que no Mariano, que no… que no puede ser… que no… que… que aquí estoy, subido en el escenario y dando comienzo al Pregón que abrirá oficialmente las Fiestas de 2011.

Una vez que asumo el encargo y reconozco la importancia del mismo, tengo que manifestar mi mas profundo agradecimiento a la Comisión de Festejos y al alcalde,  por acordarse de mi persona para este acto, pues es un gran HONOR (con mayúsculas) el poderme dirigir a mis paisanos y paisanas desde esta tribuna, pues son pocas las oportunidades que se te presentan en la vida, para poder hacerlo. De manera, que, vaya por delante mi gratitud por brindarme la posibilidad de “ser profeta en mi tierra”.

Al mismo tiempo me planteo varias cuestiones: ¿De qué puedo hablar en mi pregón? ¿Que se dice en estos casos? ¿Como lo haré para ser bien entendido? y también que lo que diga, no se quede muy lejos de la categoría que han tenido pregoneros anteriores.

Así que, después de darle vueltas y vueltas, me pareció interesante hablar de cómo ha sido mi relación, con y en Burguillos, y contarlo desde lo más hondo del corazón y desde las sensaciones.

Después de esta pequeña introducción creo que ha llegado el momento de presentarme: mi nombre es Miguel Ángel, aunque la mayoría del pueblo me llama Purry, y algunos todavía Caspurri (luego os comentare el porque de estos nombres). Naci hace 51 años muy cerca de aquí, concretamente en la calle Caño número 8, hoy número 12; soy hijo de Juanito y de María, claro está, que es María la de Juanito.


Vine al mundo un 23 de mayo, que era lunes… y digo esto, por que mi madre cada cumpleaños me lo recuerda y me repite… que se pasó toda la mañana de ese día lavando la ropa de la semana. El lavado fue en su casa, si, pero luego se fue con la colada en una carretilla para hacer el aclarado en el Pilón que había en el Caño.

Todo este trajín… del lavado… la carretilla… el Pilón y con una barriga a “boca parir”, hizo que por la tarde se pusiera de parto y a eso de las 10 de la noche naciera un cabezón, con dos verrugas en las orejas, a las que mi madre, como buena comadrona, ató un hilo de seda a cada una de ellas y estas desaparecieron.

A todo esto, soy el mas pequeño de cinco hermanos, yo ya nací un poco fuera de “control”. Mi hermana Adela, que es la mayor, ya tenía entonces quince años. Mi madre, por ser la mayor y además mi Madrina, le pasó un poco “la responsabilidad del Niño”… por lo que me encontré con dos madres, la biológica y mi hermana, que era la que me llevaba a todas partes. Como detalle, comentar que cuando Adela se casó, yo tenía 9 años y esa noche me la pase toda llorando… se me había ido una madre.

En cuanto a mis otros nombres, decir, que Caspurri me lo puso mi madre, era una palabra… una forma de manifestar su cariño, su amor maternal… y empezó a llamarme Caspurri… mi Caspurri… mi Caspurrito… y con Caspurri me quedé. Todo el pueblo me conocía y me conoce por Caspurri. Curiosamente mi padre y mi hermano Jesús siempre me llamaron Miguel Ángel o el “Niño” que es un nombre muy normal, cuando eres el mas pequeño de los hermanos y además has nacido un poco tarde. 

Luego cuando tenía unos 15 años, Caspurri se acortó y pasó a ser Purry, que era como me llamaba Hortensia, la madre de mi amigo Emiliano. Y… Purry soy.

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